Vía AICA.- La película “Santa Rosa de Lima” se estrenará digitalmente en el mundo el próximo 23 de agosto, día en que la Iglesia universal celebra su fiesta. En el Perú, la tierra de la santa, y en otros países de América, la fiesta se celebra el día 30.
Realizada por la productora peruana Azul Corporación y la cadena de televisión EWTN, fue escrita y dirigida por Rubén Enzian, quien tuvo acceso exclusivo a los archivos del siglo XVII del proceso de canonización de la santa.
“Isabel Flores de Oliva, una joven profundamente religiosa vivió en el siglo XVII en el virreinato del Perú. Completamente convencida de su amor a Dios y al prójimo, entregó su vida a los más necesitados, luchó contra la injusticia y las acusaciones del Santo Oficio, que buscaba hacerla pasar como una alumbrada”, señala la síntesis de la cinta.
“Tras su muerte, sus amigos más cercanos como los esposos Gonzalo de la Maza y María de Uzátegui y el doctor Juan del Castillo, iniciaron el difícil camino del proceso de canonización de quien se convertiría décadas después en la primera Santa de América”, agrega la nota.
Isabel Flores de Oliva nació en Lima (Perú) el 20 de abril de 1586 y fue bautizada el 25 de mayo de ese mismo año. Aunque su nombre verdadero era Isabel, en honor a su abuela materna, una india que servía a la familia la llamaba Rosa debido a su gran belleza.
En 1597, santo Toribio de Mogrovejo, el entonces arzobispo de Lima, la confirmó y la llamó Rosa. Su intenso amor por el Crucificado la llevó a hacer un voto de virginidad. Consciente de su belleza, la santa se restregaba la piel con pimienta para desfigurarse.
Se mortificaba con una cinta de plata alrededor de su cabeza, cuyo interior estaba lleno de puntas, para compartir los sufrimientos de Cristo con la corona de espinas.
Sus padres intentaron que se casara, pero ella defendió su vocación. El 10 de agosto de 1606 ingresó como Terciaria en la Orden de Santo Domingo, imitando a Santa Catalina de Siena, su maestra espiritual. Por sugerencia de un sacerdote, aceptó que la llamaran Rosa de Santa María.
Con la ayuda de su hermano Fernando construyó una ermita en un rincón del huerto de su casa donde oraba y realizaba sus mortificaciones. Ahí de jueves a sábado tenía experiencias místicas y experimentaba los sufrimientos de la Pasión.
Santa Rosa salía de su ermita para ir a la iglesia de la Virgen del Rosario y para atender a los enfermos y esclavos. En estas labores era acompañada por San Martín de Porres.
Santa Rosa sufrió la persecución y burla de sus amigos y familiares durante muchos años. Esta situación le causaba una profunda desolación espiritual. También era tentada constantemente por el demonio.
En el año 1617, durante el Domingo de Ramos ocurrió su “desposorio místico”. En la iglesia de Santo Domingo en el centro de Lima se conserva la loseta sobre la cual estaba de pie la santa cuando sucedió el desposorio.
Santa Rosa de Lima murió el 24 de agosto de 1617 a los 31 años. Fue sepultada en el claustro del convento de los dominicos y en 1619 en la capilla Santa Catalina de Siena. Fue canonizada por el papa Clemente X en 1671. El mismo pontífice la declaró patrona principal del Nuevo Mundo (América), Filipinas e Indias Occidentales.