“No les interesa, señor. Es eso, no les interesa la gente, ni los niños, ni los pueblos que pasan por momentos tan complicados. El gobierno es de lo peor, nos han abandonado totalmente. Los que estamos desesperados no somos únicamente los de provincias, este daño afecta a todos”
Estas palabras son el resumen de muchas voces. Es la indignación, es la protesta que representa un dolor que se apaga en la mirada sin esperanzas, pero se enciende en las calles y plazas, en el ómnibus de transporte público, en los mercados donde los precios se elevan cada vez más, imparables, impagables.
“No les interesa señor. Es eso, nos mienten los ministros, no nos dicen la verdad los que ahora gobiernan. Nos mienten como con Sagasti, nos mienten como con Vizcarra, pero es peor, porque usan la palabra pueblo, pueblo, pueblo, pero es para llenarse los bolsillos y dejarnos sin un centavo a nosotros”
Estas palabras son el resumen de miles de voces de padres de familia que han perdido sus empleos por la pandemia, por la pésima gestión de la economía y por la ausencia de apoyo a las pequeñas y micro empresas; son las voces de miles de obreros y agricultores cuyas unidades productivas han cerrado por el abandono del Estado a darles un mínimo impulso para sobrevivir; es el grito angustiado también de cientos de miles de madres que en comedores populares y Vaso de Leche deben cerrar sus locales al no tener cómo preparar alimentos para otros cientos de miles de peruanos que necesitan ayuda inmediata, pero el gobierno los sigue dejando de lado, en el olvido; es la mirada al vacío de millones de jóvenes sin empleo, sin esperanzas, sin apoyo, sin estudios, sin poder tener acceso a una posibilidad de futuro.
Un Gobierno insensible, que no dice la verdad, que no ordena las cosas, que no da la cara: eso es lo que tenemos en el Perú lamentablemente hoy. Sin embargo, para lujos y placeres, en primera fila los del gobierno; para almuerzos en restaurantes exclusivos donde un plato cuesta más que el jornal de un obrero, todos los días. ¿Y de sus invitados “y acompañantes de viaje” que se alojan a costa de nuestros impuestos en carísimos hoteles? Lo mismo, chequera de millones, en lugar de vacunas, medicinas, oxígeno y camas para los más pobres, para la clase media exhausta de vender sus pertenencias a fin de sobrevivir…
¿No se dan cuenta o no les interesa? Sí lo saben, sí se ponen contra el pueblo, hay que decirlo.
Gobierno insensible que prefiere ver negocios políticos por encima de necesidades. Gobierno insensible que construye caos, conflicto y odios, mientras se viste de seda fina y placeres mundanos, ofendiendo a todos.
Fotografía, Olla común en Carabayllo, Lima