Me lo contaron en el PAD de la Universidad de Piura y no lo creía. Ahora yo te explico, para que lo comentes y se conozca un gran esfuerzo que silenciosamente va poblando los Andes del Perú, de un color verde lleno de progreso y oportunidades.
En el Cuzco, las Comunidades Campesinas están sembrando Pinos. A tal punto es este caso de estudio y verificación, que ya han pasado de siete millones de pinos, un éxito rotundo que no sólo es por la siembra de estos árboles cuya riqueza aumenta con su tamaño y el tiempo, sino que los pinos producen hongos en su crecimiento y éstos hongos tienen un valor comercial enorme.
Lo que no hace el Estado, lo hacen los privados, los ciudadanos con sus familias y la ayuda de personas interesadas en ser efectivamente solidarias.
Pero no sólo son los pinos. A más de 3,500 metros también sobre el nivel del mar, se producen rosas hermosísimas, azucenas y tulipanes. No existen imposibles para Pachamama Raymi y sus promotores. Toda la producción se vende y así, reinvirtiendo capital, aumentan las familias que han encontrado mayores fuentes de ingresos y progreso, donde antes se decía que era imposible lograrlo.
Fíjense bien, en el Perú tenemos más de seis mil Comunidades Campesinas que unen a 7’257,990 habitantes. En el Abra Cuyuni, en Cuzco, 140 productores de flores dan un ejemplo valioso que se puede replicar de inmediato, a bajo costo, con enormes ganancias y sostenibilidad en el tiempo. Además, a partir de los 3,500 metros sobre el nivel del mar, los bosques de pinos son una realidad, evidencia del desarrollo que las personas están logrando.
Mientras crecen los pinos, se cosechan hongos pero falta ayuda para el secado y su comercialización inmediata. Esta es una oportunidad que no se puede desperdiciar y las autoridades tienen la obligación de apoyar ahora mismo.
Me decía un gran amigo que si no queremos seguir estancados, pensando en que no podemos lograr algo, el desánimo nos invadirá. Por eso, no debemos admitir el desaliento, tenemos que impulsar casos de éxito como Pachamama Raymi, que representan soluciones privadas a problemas públicos.
Un país conectado, justo, educado e integrado, donde la honestidad nace en cada emprendedor, logra un impacto positivo, haciendo de los ciudadanos, personas y familias un camino a liderazgos que necesitamos y es posible construirlos, eso representa para mí Pachamama Raymi.
Derrotemos el desaliento, digámonos unos a otros contigo se puede respirar, contigo se puede hablar.
fotografía, agencia andina