Entender la maravillosa puesta en escena de la Peruanidad, es descubrir el valor de todo lo que nos une, aunque suene muy simple, aunque no entendamos de primera impresión cómo es posible que -por ejemplo-, la comida pueda ser uno de esos elementos tan valiosos para todos, aun para los que se esconden en la búsqueda de argumentos importados, cuando tenemos los nuestros y los incorporamos con palabras que vamos generando con iniciativas, peruanas todas.
Gastronomía, fútbol, vóley, tabla hawaiana, olimpiadas matemáticas, marinera y músicas de ahora y de antes se dan la mano ¿Se dan cuenta que nos unen, en lugar de estar mirando de reojo o al costado en caminos diferentes?
Una Nación llena de historia como el Perú –y vaya qué historia, qué grandeza de culturas- se siente propia en la mezcla de su arte culinario, y atrae a millones. ¿Eso es malo? No, de ninguna manera. Pero algunos sienten que el odio sembrado con ideas ajenas está por encima de la Peruanidad, que el resentimiento construye sus triunfos para derrotar a sus “enemigos de clase”: palabras de violencia, violencia con palabras, eso hacen.
Para unos el sentimiento de Patria está en su bandera, en sus símbolos de guerra, en imágenes de personas que sembraron el ejemplo y de héroes que dieron ejemplo perdurable. Para millones de peruanos, nos nace una sangre emotiva en lo que nos une en una mesa, en la familia, en los amigos, en el olor de nuestra tierra, sus campos y sus frutos.
Por eso somos invulnerables y no nos damos cuenta de ese potencial hasta que a alguien se le ocurre iniciar cruzadas que rescatan valores, virtudes, esfuerzos, sentimientos, como hoy que son muchas voces dispersas, pero ningun liderazgo se hace efectivo en la lucha contra el comunismo, en la lucha por la libertad y la democracia.
Hoy en día, aún tenemos un país con el corazón herido porque algunos piensan que lo saben todo y tenemos que opinar igual que ellos, sin darse cuenta que la diversidad de culturas del Perú es la fuente de su unidad para el progreso y el desarrollo, que no son ideologías extremistas -como el socialismo, el comunismo- la que nos darán paz, progreso y desarrollo.
No importa si eres de un lado o del otro, de un color propio o ajeno, cuando se trata del camino de la Peruanidad.
Nos une la sangre que nadie ve pero la sabemos nuestra, porque al comer, bailar, aplaudir, vibrar y gritar nuestro nombre, sabemos que es el Perú de nuestros amores y dolores, eso es lo valioso y lo que nos hará trascender si queremos hacerlo.
Pongamos fuerza y alegría para recuperar el camino que están destruyendo los comunistas, los corruptos y los dueños del odio. Fuerza y alegría en unidad, fuerza y alegría borrando lo que nos separa.