Las relaciones humanas son armónicas y de calidad cuando existe confianza entre las personas. La confianza es una garantía de saber que todo irá bien. Es “poner la mano en el fuego” por la fidelidad y lealtad de las personas.
Es una seguridad que está fundamentada en el conocimiento de las personas y de sus capacidades.
Se puede afirmar que hay dos tipos de confianza: la que se fundamenta en el conocimiento de las capacidades y la que tiene sus cimientos en una auténtica amistad.
Cuando se trata de escoger un buen mecánico para arreglar el carro, apuntamos al que tiene mejor talento y profesionalidad y entonces decimos: “este mecánico es de total confianza”
La confianza entre amigos
Cuando se trata de la amistad el espectro es más grande y más rico. Una persona puede tener mucha confianza en su abuelo porque lo quiere mucho, busca le mejor para él y nunca lo engaña, lo mismo podríamos decir del abuelo con el nieto, del hijo con su padre o su madre o de los padres con los hijos; también entre los hermanos y demás parientes hay distintos niveles de confianza.
Fuera del ámbito familiar la confianza por el amor de amistad presenta muchos matices y niveles. El amor se fundamenta en el conocimiento y de allí se desprende el deseo de darle siempre lo mejor al otro. Cuando el amor es auténtico y grande no hay doblez ni engaño. Hay transparencia, sinceridad, lealtad, la verdad siempre está presente. La unión que se da en la reciprocidad de la amistad es muy fuerte.
Cuando no se apunta al bien y a la verdad, no existe amor de amistad. Si falta el amor verdadero lo que existe es una complicidad. Unos acercamientos por motivos egoístas, deseo de propiedad, de placer o de honra.
El valor y la idoneidad de la persona buena
La confianza siempre se inspira y crea un clima de libertad. Una persona cuando es buena inspira confianza y da mucha paz.
La motivación que da garantía para confiar se obtiene no por el temperamento, la simpatía, los grados académicos o la experiencia de la persona, sino por su trayectoria de vida; por lo que es como persona para todos, por su prestigio humano.
La honradez y la veracidad son los cimientos de esas personas buenas que inspiran confianza, con virtudes, logros y experiencias, que estarán siempre al servicio de los demás.