Las Naciones Unidas aprobaron en su Asamblea General del 2015 un plan para “fomentar el desarrollo sostenible” que denominaron Agenda 2030, porque para entonces debe quedar implementado.
Tiene 17 objetivos con 169 metas que son, en ese orden numerado:
- Fin de la pobreza
- Hambre cero
- Salud y bienestar
- Educación de calidad
- Igualdad de género
- Agua limpia y saneamiento
- Energía asequible y no contaminante
- Trabajo decente y crecimiento económico
- Industria, innovación e infraestructura
- Reducción de las desigualdades
- Ciudades y comunidades sostenibles
- Producción y consumo responsable
- Acción por el clima
- Vida submarina
- Vida de ecosistemas terrestres
- Paz, justicia e instituciones sólidas
- Alianzas para lograr los objetivos
Si bien la pobreza disminuyó del 36% en el 1990 a menos del l0% pre Covid, se estima que poco más del 10% de la población mundial vive en extrema pobreza (datos ONU). Es decir, gracias a las políticas implementadas por el virus chino, la pobreza volvió a aumentar en el planeta. Aducen que el 8% de la fuerza laboral del planeta y 1 de cada 5 niños, son parte de ese grupo en extrema pobreza. Esto último porque los grupos más pobres son los que más procrean.
Contrario a lo que creen aquí, ese grueso de población en extrema pobreza se encuentra en el Sub Sahara de África y en Asia Meridional. La mayoría son países plagados por guerras y conflictos armados de todo tipo. Es por esta realidad que las metas de estos objetivos suenan tan prometedoras. Todas suenan muy bonitas y parecen un esfuerzo encomiable.
Sin embargo, el problema es ¿Qué está detrás?. Muchos estudiosos y analistas en todo el planeta han denunciado la Agenda 2030 como una farsa. Han escudriñado lo que realmente dice entre líneas, y el trasfondo de las políticas que promueve para alcanzar sus objetivos y lo denuncian cómo un neo-comunismo. En su trasfondo, va contra la propiedad privada, cualquier forma de patriotismo, elimina la soberanía, deshumanización generalizada, y la esencia del humano.
Promovido por los multimillonarios élites del Foro Económico Mundial, autores de la Agenda 2030 que ONU aprobó, se aglutinan en The Giving Pledge https://givingpledge.org y como denuncian científicos e intelectuales, este conflicto planificado provoca el cambio planificado que Hegel describe, en beneficio de esa élite.
Por ejemplo, la A2030 habla de eliminar la pobreza criticando el sistema de industrialización actual, pero a su vez, en una profunda contradicción, promueve hacer justo lo mismo, sólo cambiando dirigencia. Es por ello que las élites quieren cambios sociales que en el fondo buscan sólo sus intereses. En ninguna parte habla de lo que realmente elimina la pobreza: libertad, impuestos bajos y gobiernos pequeñitos.
Eliminar el pensamiento individual, atacar a quienes cuestionan y escudriñan, es elemental porque atenta contra la mentalidad de borrego que simplemente acepta, asiente, sin pensar. Esa es la base del globalismo. Cuando quieren silenciar a alguien es porque ese alguien está afectando la mentalidad de borrego.
Es un plan de dictadura global, en el que una élite regirá al planeta entero. Han visto que el miedo es una herramienta esencial. Que un pueblo desinformado es fácil de atemorizar y de mangonear. Aducen que los ricos están en contra del desarrollo, y son los partidos que promueven esa agenda los serviles de los más archimillonarios.
En Guatemala, sólo vean a quienes apoya George Soros y las fundaciones de izquierda, cómo atacan el patriotismo en cualquiera de sus manifestaciones, tratan de callar a quienes denunciamos, y promueven todo lo contrario a la esencia del pueblo chapin: hijos, familia incluyendo extendida, fe, libertad y paz. Todos, promotores de la Agenda 2030, y percutores del Foro Económico Mundial.
El tema da para mucho más, así que escribiré otros y espero más analistas se sumen a denunciar esta aberración mundial que no es más que una enorme farsa. Con sólo saber que Soros, Gates, y la élite del Global Pledge apoyan esto, es suficiente para saber que no es bueno.