El mundo entero contempló entre sorprendido, indignado y finalmente no sorprendido las masivas manifestaciones de mediados de julio pasado en diversos puntos en Cuba, pidiendo esencialmente libertad y el fin del régimen opresor.
Algo que no se veía desde que en 1994 se dio lo que se conoció como Maleconazo, en pleno gobierno de Fidel Castro. El mundo se sorprendió con las manifestaciones, se indignó con la represión a las protestas, pero al final no se sorprendió con que el gobierno acallara las muchas voces disidentes con su férreo aparato tiránico.
“Patria y Vida”, es el eslógan que asumieron las manifestaciones, y que se quiso oponer al de “Patria o Muerte” del régimen. Algunos también quisieron que las protestas tomaran un cariz religioso, y sacaron abundantemente imágenes de la Patrona, la Virgen de la Caridad del Cobre, porque aunque el comunismo afectó grandemente la fe, aún la sombra de un pasado católico sobrevuela en la isla y sobrevive en muchos corazones.
Los opositores, que los sigue habiendo fuera de las cárceles, abiertos y discretos, y en número creciente, ya anunciaron nuevas manifestaciones para el 15 de noviembre, pues justo en la fecha en las que las iban a realizar, el 20 de ese mes, al gobierno se le ocurrió realizar ejercicios militares. Ciertamente la imaginación del gobierno pensará en algo para el 15, pero los opositores se muestran decididos.
Mientras tanto, a un grupo de cubanos, cientos, se le ocurrió manifestarse ayer en el Vaticano pidiendo el apoyo de la Santa Sede para las luchas por la libertad en su país. Finalmente los guardias dejaron entrar a la Plaza de San Pedro solo a 50, advirtiéndoles que no se permitirían ni consignas ni banderas.
Sin embargo, el golpe publicitario ya había sido dado, pues medios del mundo entero registraron a los cubanos que rondaron ayer que en las horas del Angelus comenzaron a circundar la Plaza vaticana, coreando una versión actualizada de la divisa que animó las manifestaciones de julio: “Dios, Patria, Vida y Libertad.
No obstante, uno de los que entraron a la Plaza se atrevió a desplegar la bandera y permaneció con ella de rodillas unos breves instantes mientras se escuchaba al fondo la voz del Papa meditando la lectura del día. Fueron pocos segundos, hasta que se lo rodeó la Polizia, que de forma decidida impidió el despliegue de la bandera y la recogió.
Mientras, en las afueras de la Plaza, y en un gesto que quisieron patriótico y de fe, muchos de los cubanos manifestantes se pusieron de rodillas. En la Avenida de la Conziliazione también algunos se tendieron.
En fin, se ‘calienta’ el ambiente para las manifestaciones del 15 de noviembre, que no van a coger al mundo por sorpresa, pero tampoco al régimen. Se calcula que hasta el momento siguen arrestados más de 500 de los manifestantes del 11 de julio, varios de ellos ya con condenas en firme por la sumaria justicia cubana.