La prensa vizcarrista junto a los progres y caviares, hoy reciclados en redes sociales como empresas fantasmas cuyo financiamiento es sumamente extraño, han comenzado a salir abiertamente y sin ninguna vergüenza en defensa de los sectores subversivos que están destruyendo la propiedad privada no sólo referida a empresas mineras que representan inversiones para el progreso y desarrollo del Perú, sino también contra transportistas, comerciantes, empresas de seguridad y contratistas en general, a fin de incentivar con el miedo y las consiguientes agresiones, la retirada de las zonas de producción más importantes para los ingresos tributarios que el país requiere con urgencia, pero que pueden derivar en manos de la minería ilegal, de las redes de trata de personas, narcotráfico y contrabando. De eso, no hablan los mermeleros.
Este desenlace de prensa aliada de la subversión, no es nuevo, ya lo vivimos en el pasado, pero hoy se encuentra fortalecida por el gobierno y por los precedentes que la inflaron financieramente, además de brindarle, usando los servicios de inteligencia, grabaciones, reglajes y operaciones encubiertas para enlodar personas, dañar honras y perseguir a voces independientes del auténtico periodismo que no se alquila a la miseria política que ha gobernado las últimas décadas, siempre desde la izquierda o aliada a esos sectores extremistas.
Asedio, violencia, odio, agresiones interminables y pretextos para confundir a los ciudadanos, son la herramienta permanente de las redacciones de pasquines y grupos de renegados de los medios que sirvieron de cortesanos al lagarto y su peligrosa organización criminal, al siguiente comodín que envileció las arcas públicas y evidentemente al nuevo inquilino de palacio, que junto a su tropa revolucionaria se hace el de las dificultades para hablar, el de los problemas para dialogar, pero va minando la poca estabilidad de las instituciones, a fin de generar más conflictos, más caos y más enfrentamiento, en la clásica estrategia comunista de dinamitar las estructuras, para “renacer y borrar los rezagos de la historia” que a ellos no les gusta, por antiperuanos, por antipatriotas, por cobardes. Así son los comunistas.
Eso que ya se hizo en Cuba, en Nicaragua, en la triste Venezuela; eso que se está haciendo en la imposible Bolivia o en la tontísima Argentina, ya se cosecha en el Perú, con marcado acento subversivo, con enorme soporte del Foro de Sao Paulo, el cártel narcosocialista más grande del mundo.
Si ustedes no lo han visto así, como decimos en Minuto Digital Perú: no nos importa, seguiremos denunciándolo, seguiremos explicando como avanzan los comunistas, como dañan al país los vividores del erario público, los eternos sanguinarios y asesinos de la Libertad.
Redacción de Arena Constanza, desde Espinar, Cusco