Hoy se están multiplicando los eclipses en todas sus acepciones. La ciencia, con sus modernos aparatos, nos anuncian los eclipses que se producen en el universo y los turistas corren con sus máquinas fotográficas para dejar constancia del fenómeno.
Pero ahora nos interesan y nos abruman otros eclipses que tienen que ver con una facultad importante del ser humano: la razón.
Cuando se oculta la verdad
Hay situaciones que ocultan la verdad y que son promovidas o creadas por los artífices de la mentira. Se procura que la verdad no se vea porque si se ve, comprometería a muchas personas con situaciones irregulares.
Al multiplicarse los “tapados” o como se llama políticamente “cortinas de humo” ya no se ve con claridad la realidad. Esta multiplicación puede obnubilar constantemente a las grandes mayorías que no poseen los recursos suficientes para darse cuenta por no haber recibido una buena formación que ordene bien las cabezas.
Hoy vivimos en un constante show montado y dirigido por una legión de desalmados que buscan el poder para medrar. Se ha puesto de moda vivir de los demás con el prurito de estar defendiendo un derecho: “a los demás les ha tocado y ahora nos toca a nosotros” que equivale a decir: “los anteriores fueron ladrones, ahora nos toca a nosotros robar”
La sinrazón de la inacción
Lo razonable y sensato no cuentan, y si se apela a los criterios de honradez y calidad humana y profesional, son solo para mencionarlos, desearlos y nada más. Nadie hace nada para revertir una situación de inmoralidad que terminará destruyéndolo todo.
Contemplamos el desplome de una cultura como si fuera solo una obra de teatro. Lo lamentable es que algunos piensan que las cosas se pueden arreglar con las mismas personas que todo lo están destruyendo.
Es irracional y también ingenuo pensar que un cáncer se pueda curar sin un tratamiento severo para erradicarlo cuanto antes. Cuando la metástasis se ha extendido, ya no hay nada que hacer.
Si como dice el Señor en los Evangelios, la cizaña puede crecer un tiempo junto al trigo, pero llegará el momento en el que se debe separar la cizaña del trigo. No pueden ir juntos.