Después de ocho meses del gobierno de todas las izquierdas, desde las caviares hasta las del extremo senderista, ha quedado en evidencia la absoluta incapacidad, incalculable ineptitud y altísimo grado de corrupción que les caracteriza, en una suerte de bandos desesperados y en disputa, por cualquier centavo que puedan embolsicarse del erario nacional.
No es mediocridad, no es errores tras errores, no es que les falta experiencia porque todos, sin ninguna excepción –según apreciamos-, vienen de largas temporadas cobrando en municipalidades, empresas del Estado y organismos descentralizados o reguladores, gobiernos regionales y ministerios, desde donde saltaron a nuevos cargos de mayores responsabilidades y mayores presupuestos para usarlos en su beneficio y en provecho de los proveedores que les sufragaron sus campañas políticas. Todo eso lo reseñan diversos medios y nosotros únicamente resumimos esa observación.
¿Tienen la izquierda y sus numerosas ONG aliadas alguna capacidad de éxito demostrada, algunos casos de ejemplos y reconocimientos en gestión, administración, inspiración o motivación, para servir de eje y motor a una entidad pública, tal vez? No.
¿Se puede mencionar algún economista brillante en la izquierda peruana, que tenga por lo menos un doctorado cuya mención académica sea modelo de estudios o que pueda ofrecer una experiencia financiera que sea destacable en el mundo? No.
¿Tal vez se puede encontrar en el partido comunista “Perú libre” un empresario que destaque a nivel nacional en la industria, el comercio o los servicios y que jamás haya sido sentenciado por la justicia? No.
¿Será posible ubicar a personas ligadas al narcotráfico, el terrorismo, la tala ilegal, el contrabando, la minería ilegal y contaminante, la malversación de fondos públicos y la corrupción en toda escala en la izquierda? Si.
¿Qué ministro es posible de señalarse como honesto, culto, responsable, transparente en su gestión, inspirador, honrado, eficaz y eficiente? No lo encontramos entre 60 que ya van entrando y saliendo.
Ese país que se autodestruye es el Perú. Ese taladro que lo perfora es la izquierda.
¿Y tú, ya te decidiste a rechazar a este gobierno de izquierda que le está robando el futuro a tus hijos?