El presidente del Perú asistió por su propia iniciativa, a una Sesión del Congreso de la República, en correspondencia al Artículo 118 de la Constitución Política que señala lo siguiente:
“Atribuciones y obligaciones del Presidente de la República
Corresponde al Presidente de la República:
- Dirigir mensajes al Congreso en cualquier época y obligatoriamente, en forma personal y por escrito, al instalarse la primera legislatura ordinaria anual. Los mensajes anuales contienen la exposición detallada de la situación de la República y las mejoras y reformas que el Presidente juzgue necesarias y convenientes para su consideración por el Congreso. Los mensajes del Presidente de la República, salvo el primero de ellos, son aprobados por el Consejo de Ministros”
¿Respetó el presidente del Perú lo señalado taxativamente en el dispsitovo constitucional? En el contenido no, ya que no se trataba del mensaje anual, pero dentro de su interpretación –creemos más bien, manipulación-, comenzó una larga, inconsistente, aburrida y contradictoria lista de ofertas, promesas y anuncios que no guardaban relación entre lo que se decía y lo que se requería para que sea cierto, tal vez, algún día.
Castillo y su organización política, el partido comunista denominado astutamente Perú “libre”, planificaron otra escena de insensatez, otro cuadro de enfrentamientos y agresiones, donde algunos de sus ministros juegan al rol del “pechador” malcriado que ofende, insulta y vocifera para provocar a los congresistas y también, a algunos periodistas.
Esa misma actitud la observamos en los congresistas de la filas del gobierno y sus partidos aliados: agresivos, ofensivos, malcriados, prepotentes, cobardes con las mujeres y amenazando a la prensa independiente.
Y del lado supuestamente opositor, salvo honrosísimas excepciones, un Congreso timorato e hipotecado en su gran mayoría, miraba, callaba, asentía o volteaba lel rostro frente a un gobierno voluble para aparentar sus miserias y delitos, y pérfido para seguir mintiendo y engañando.
Ni un solo Congresista se puso de pie y se acercó al podio a enfrentar al que no representa a la Nación, nadie se sintió ofendido por las mentiras, todos querían “no estar allí”, esa es nuestra impresión.
Insistimos:
No hay oposición ejerciendo liderazgo, no existe una agenda común para recuperar el camino hacia una mejor Democracia, estamos esperando que llueva y no hay nubes ¿Cómo tenemos que escribirlo para que lo lean y entiendan los que deben de actuar como auténticos Congresistas que juraron por la Constitución para respetarla y defenderla?
Fotografía referencial: Agencia Andina, Cstillo y ministros en camino a la sede del Congreso de la República