El pasado 9 de junio, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) acordó elevar la tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos, al pasar del 5% al 5.5% entre mayo y junio del presente año. La nueva tasa se ubica en el nivel más alto desde 2009. Así, según el BCRP, esto responde a la continuación de la normalización de la posición de política monetaria.
Al analizar la evolución de la tasa de interés de referencia, entre abril de 2020 y julio de 2021, esta se mantuvo en un 0.25%, el nivel más bajo desde la implementación del régimen de metas explícitas de inflación. Ello se dio en un contexto de política monetaria no convencional, la cual se centró en mantener la fluidez de la cadena de pagos y de créditos, mediante la inyección de liquidez a plazos.
Con el avance en el proceso de vacunación contra la COVID-19 a nivel mundial y el control parcial de esta, los bancos centrales empezaron a retirar el estímulo monetario e incrementaron las tasas de interés. Así, en nuestro país, en 2021, dicha tasa pasó del 0.25% en julio al 0.5% en agosto. Desde entonces, progresivamente, cada mes la autoridad monetaria ha elevado la tasa en 50 puntos básicos hasta posicionarse en 5.5% en junio de este año.
Por un lado, esta medida, junto a otros instrumentos de política monetaria, son aplicados por los bancos centrales para controlar la inflación en el corto plazo. Así, vemos que la tasa de inflación a doce meses se ubicó en un 8.09% en mayo, nivel por encima del rango meta, lo que se debe principalmente al alza significativa de los precios internacionales de insumos alimenticios y combustibles. Al analizar la inflación sin alimentos y energía a doce meses, esta también se elevó, al pasar del 3.81% en abril al 4.26% en mayo, también por encima del rango meta inflacionario.
Por otro lado, las expectativas de inflación a doce meses se incrementaron del 4.62% en abril al 4.89% en mayo, con lo que se ubica por encima del límite superior del rango meta de inflación, el nivel más alto desde 2008.
Existen diversos factores que inciden en el incremento de precios visto en los últimos meses. El incremento de las cotizaciones de petróleo, así como las restricciones de la pandemia que limitan el acceso a insumos básicos, elevaron el costo de los productos industriales. Asimismo, el incremento del precio de fertilizantes ejerció una presión adicional sobre los precios de alimentos.
Según el BCRP, la reversión de los estímulos monetarios en las economías avanzadas, las medidas de confinamiento en China y los conflictos internacionales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, han incidido en un menor ritmo de recuperación de la economía mundial. Así, el continuo aumento de los precios internacionales de energía y alimentos ha llevado a un fuerte incremento de las tasas de inflación a nivel global.
No obstante, según proyecciones del BCRP, la inflación retornaría al rango meta entre el segundo y el tercer trimestre de 2023. Además, se prevé que la trayectoria decreciente de la inflación interanual se iniciaría en julio de este año, debido al inicio de la reversión del efecto de diversos factores sobre la inflación y sus expectativas.
La subida de la tasa de interés de referencia encarece el costo del crédito en el corto plazo. Según Credicorp Capital, con los aumentos de la tasa de interés ya se estaría comprometiendo el crecimiento de la economía peruana. Además, el incremento de la tasa de referencia tendría efectos sobre el nivel de endeudamiento que asumen las personas naturales y las empresas, pues la deuda se encarece y, por tanto, hay un desincentivo para la adquisición de préstamos. Así, de acuerdo con cifras de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), los créditos corporativos a grandes, medianas, pequeñas y microempresas muestran una evolución creciente hasta julio de 2021, pero esta tendencia creciente se detiene a partir de agosto del mismo año, lo que coincide con el inicio progresivo del retiro del estímulo monetario en el Perú, debido que en dicha fecha el BCRP subió la tasa de referencias por primera vez al 0.5% desde el inicio de la pandemia.
De esa manera, un menor nivel de endeudamiento podría implicar un menor nivel de inversión y, además, desincentivar el crecimiento económico. Por ello, el seguimiento de la inflación y sus determinantes, así como la evolución de la actividad económica, es de especial importancia en esta situación. En este contexto, la labor del BCRP debe garantizar el retorno de la inflación al rango meta.