Una reacción natural frente a un hecho que se considera atentatorio de los valores y principios de un representativo grupo de familias peruanas, tal y como está ocurriendo en otras naciones, causó la ira de algunos afanosos colectiveros del sector LGTBIQ y asociados “comunicadores” de las redes sociales, que por supuesto, también tienen derecho a reaccionar (sólo lo estoy señalando gramaticalmente).
Nadie juzga el derecho ajeno, es importante protegerlo y estimularlo en una sociedad que requiere más comunicación, mejor entendimiento y saberse escuchar (unos a otros, permanentemente).
Reaccionas, te molestas, lo dices, lo escribes, te responden también molestos y sigue una secuencia o allí quedó todo. No es necesario escalar a la ira o al odio para sentirse dueños de una verdad a medias, aunque creas que eres el dueño de toda la verdad, la única, la tuya.
¿Te molesta que los padres de familia estén de acuerdo con que las salas de cine coloquen una advertencia en los anuncios de las películas para niños? Moléstate, dilo, es tu derecho, lo entendemos, el mundo no se acaba cuando tú te molestas. ¿Qué más te molesta a ti, que no tienes hijos, sí tú, el que se cree el pontífice de la verdad? ¿Tú crees que puedes imponer tus antojos sobre la Libertad de mis hijos? No pues amiguito, no estamos en el siglo de la oscuridad y el imperio de la atrocidad.
Es respetable sí, diferenciando todo esto, que uno, dos, o más padres de familia consideren que no es necesario colocar esas advertencias, o usar esos textos haciendo referencia a “otro asunto” como es hablar de la ideología de género. Es respetable, hay que escuchar y leer esas opiniones y aceptar que así como unos piensan de una forma, otros tienen todo el derecho a pensar de forma diferente, opuesta y distinta. En eso reside la Libertad, la tolerancia, la democracia.
¿Eso es lo que te erizó, no? ¿La ideología de género? ¿Pero si dices que no existe la ideología de género, porqué te molestas de algo inexistente?
Como verán, no es la advertencia el centro de la discusión, sino la denominada “ideología de género”. ¿Y eso, saber si existe o no la ideología de género, es acaso vital e imprescindible para recuperar los caminos hacia una mejor democracia y una mayor libertad en el Perú? No.
¿Entonces en qué quedamos? ¿Quieres estar todos los días peleando para que te digan que tú y sólo tú es quién dice la verdad, es en quién reside la razón? No, deja de ser soberbio o mejor, cuéntanos la causa financiera de tu estrategia oculta. ¿Lo harás desde el sillón o desde el colchón?
Amiguito, cada quien es dueño de su verdad y no existe una gran verdad por encima de las opiniones personales. No podemos ser como esos del partido comunista Perú “libre” que son trastornados extremistas, odiadores, militantes de la política servil y violenta que agrede a las personas que piensan diferente. No podemos tampoco victimizarnos al estilo de los que se equivocan y no reconocen sus desaciertos, errores o delitos. Existe un equilibrio cuando se trata de opiniones, sino seríamos esclavos del sometimiento porque lo dice “la pantalla de TV” o el rating (que te está pegando en contra, hacia abajo y muy fuerte).
Ser valiente, ¿Lo define un cobarde, un huidizo, un tuitero? Ser maricón, ¿Lo dictamina una máscara de quince mil dólares al mes, lejos de la escena del debate y la lucha? Ni cobardes, ni maricones, no seamos idiotas en todo el sentido de la palabra, dándole de comer a los carroñeros y a las hienas. Imbéciles, no seamos tan imbéciles.
Ni héroes ni villanos, cada uno debe ser un ciudadano en su acción por la democracia y la libertad.
El Perú no necesita ídolos de barras bravas o callejones sin salida, no requiere pensadores de otoño ni escribas en invierno. Necesitamos ciudadanos que lo sean, ¿Entiendes? Sal de tu zona caviar, hipócrita mercantilista de los medios de comunicación y asume tu rol ciudadano, no sigas siendo mercenario.
Eso de estar peleando a causa de un contagioso caviarismo, nos revela porqué Castillo no renuncia o porqué aún no ha sido vacado, procesado y sentenciado. Lo dijimos hace tiempo, existe una mancha sucia y asquerosa de sobones, ayayeros y mercantilistas “pidiendo dinero para luchar”. Esos y esas, son la razón de la continuidad de Castillo, son la razón de sus nuevos autos, viajes y hasta recientes propiedades, porque piden, cobran y traicionan para que Castillo y el partido comunista “Perú” libre sigan en el poder. Si se va Castillo, volverán a la miseria que los caracterizaba antes, volverán a buscar de dónde y de quienes sacar sencillo, billete y cheques al portador. ¿No se dan cuenta de eso?
Estamos cayendo en el juego globalista de autodestruirnos y algunos periodistas y autonombrados influenciadores vuelven a querer ser “los dueños de la nueva verdad”, esa que se impone sobre la verdad ciudadana.
Lee bien: Que tu reacción no sea fruto de lo que te pagan para declararte héroe sin serlo, que tu reacción no sea fruto de una necesidad de rating porque vas de picada, hacia abajo, como los caviares que criticaste tanto; que tu reacción no sea la mariconada del año.
No hay otro camino, contigo o sin ti.