Mons. Argüello recordó la postura de la Iglesia en relación con la defensa con “radicalidad de la dignidad de la vida humana” ante la extensión de la cultura dominante de que “es preferible no nacer para sufrir o que es preferible morir que seguir viviendo para sufrir o hacer sufrir”.
“Por supuesto que es importante tener en cuenta el sufrimiento de la gente, pero esto aparece como criterio de categoría moral y ahí se produce el ‘despiste’”, aseguró.
Por eso alertó del aumento de “criterios emotivistas” cuando no se tienen criterios para “afirmar el fundamento de la dignidad humana” o “para el discernimiento del bien”.
“El afirmar con radicalidad la dignidad de la vida, la defensa y la apuesta por la vida en todos los momentos tiene dos líneas rojas que están en el momento del nacimiento y en el de la muerte”, explicó el Prelado y subrayó la necesidad de esta defensa de la vida y de “la dignidad de la persona” se realice “con todas las consecuencias”.
En ese sentido Mons. Argüello recordó el caso de la joven holandesa de 17 años, Noa Pothoven, que falleció el pasado domingo 2 de junio en su casa tras solicitar a las autoridades que le apliquen la eutanasia. Si bien el pedido le fue rechazado, la joven habría muerto por no ingerir alimentos por varios días.
Pothoven sufría de estrés postraumático, así como anorexia y depresión, por haber sido víctima de abusos sexuales.
“En la misma Holanda se plantea la eutanasia para los ancianos que están cansados de vivir. ¿Cómo se mide eso? Sobre todo en una época en la que pagar las pensiones es complicado, en el que el estado del bienestar tiene que ver cómo ahorra”
En ese empeño por “afirmar la radicalidad de la dignidad de la vida humana” pidió aumentar los esfuerzos por “acompañar la soledad, por buscar los cuidados paliativos”.
También recordó que el año pasado cuando se planteó una ampliación a la actual ley de la eutanasia en Holanda, el Colegio de Médicos de este país animó a buscar “además de una ayuda social y de compañía, también una ayuda espiritual. Lo dijo el Colegio de Médicos de Holanda, que una perspectiva trascendente de la existencia nos hace mirar la vida”.
“¡¿Cómo todavía podemos pensar que estar a favor de la vida y en contra de la muerte provocada es algo de gente medieval?!. Y no estoy hablando de llevar a la gente la cárcel, sino de defender la vida, promover la vida y decir que la muerte no es la solución de los problemas. La muerte no es la solución”, subrayó.
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