Si lees, escuchas o vez televisión peruana, más del 90 por ciento de la noticias están concentradas en los escándalos de la farándula, los escándalos de algunos deportistas y los escándalos, a veces interconectados con la farándula y los deportistas, de la política.
Noticias, información y periodismo en su sentido profesional, casi imposible. Vamos a hablar un poco de la política, para no contaminarnos en lo demás.
Si tenemos prácticamente 130 congresistas habilitados para trabajar en lo que deberían hacer, no encontramos 130 leyes impactantes producidas como fruto del diálogo y consenso con la ciudadanía – una nada más por cada congresista, solo una, sino que comprobamos que excepcionalmente existen unos pocos que han alcanzado superar este requisito: una ley productiva, una ley en favor del progreso y desarrollo de todos los peruanos.
Unos que pueden haber trabajado, no benefician a los improductivos, es al revés y por ello, la contaminación del desprestigio de esta institución es muy alta. Sin embargo, hay que resaltar también que algunos congresistas hacen su temporada de invierno, o de verano, siendo ministros y valgan verdades, si no hacen nada como congresistas, no hacen más como ministros.
Entonces, no se trata de popularidades ni de populismos, sino de una triste realidad, el desprestigio de la política peruana.
Hay casos también de algunos congresistas que son casi considerados como conductores televisivos o radiales, ya que tienen tanto tiempo libre, que los vemos más en los programas de las mañanas, de las tardes y de las noches, que en sus labores parlamentarias. Vaya disponibilidad para extraña.
Algunos ministros, sobre todo los que son congresistas, siguen esa secuencia, teniendo doble responsabilidad, no hablo del trabajo, repito, doble responsabilidad.
En este extraño mundo por lo tanto, los paladines de la representación popular creen que están haciendo bien su labor, sea como ministros, sea como congresistas. Tamaño despropósito por cierto, tamaña imaginación para errónea.
Si así está lo que vemos, oímos y leemos de la política en ese nivel, ya pueden imaginar cómo estarán las municipalidades y gobiernos regionales.
Ninguna reforma funciona sino partimos de la inicial, de la educación. Y en este flanco, faltan educadores y sobran de lo otro, lamentablemente.
Prioridades, ejemplos, liderazgos, sensatez. Qué complicado es el Perú.