No es un cuento, tampoco un chisme, es la verdad y a esa terrible realidad los ha llevado, a más de 236 mil peruanos, algunos políticos populistas que piensan más en la generación de sus votos, que en el verdadero horizonte de los que los eligieron o les delegaron el poder de legislar.
Quedarse sin pensiones de jubilación, sin cobertura de sobrevivencia porque un demagogo vestido de Congresista y otro incompetente ensimismado como gobierno convencieron a sus colegas que ese dinero, el ahorro de los trabajadores afiliados a las AFP, debería usarse hoy para lo que sea –por muy urgente, prioritario o soñado que resulte- y no para lo que debería de ser, es la consecuencia del populismo en el Perú, porque no tenemos políticas públicas que eviten ese drama, esa angustia, esa desesperación.
Yo sé que me van a decir de todo, desde que cada quien hace con su dinero lo que desea y me parece muy bien en uso de sus libertades y lo que las leyes permiten, hasta que es problema de cada uno si desea retirar sus fondos de pensiones y gastarlos. Inclusive, cuando se queden sin un centavo luego de retirar el 95,5 por ciento de sus ahorros, se quedarán callados porque no es socialmente correcto aceptar un gran error.
No importa, se los diré repetidas veces, no les hagan caso a esos políticos que mienten y les han condenado ahora en el mediano plazo. No a todos evidentemente les irá mal porque esas excepciones, tienen como demostrar su habilidad y su sustento financiero, pero ese no es el caso de la gran mayoría que podrá decir que le fue bien, pero no es así.
De cada diez afiliados a las AFP que retiran el 95,5 por ciento de sus ahorros previsionales, sólo dos no dependerán de ese dinero para seguir viviendo con tranquilidad.
Dicho en pocas palabras, ocho dependerían de las pensiones de jubilación para tener un ingreso mensual, pero al hacer ese retiro, pierden la posibilidad de tener una jubilación y además pierden todo su dinero, porque no saben nada de finanzas, negocios o inversiones sostenibles y rentables en el tiempo.
Ni la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP informa, educa, explica o facilita una baraja de opciones para decidir con prudencia y conocimiento anticipado, ni las AFP toman en serio a sus clientes finales, los que se van y los que podrían quedarse. Eso me asombra y merece un jalón de orejas a las AFP por no saber hacer planes de retención de potenciales jubilados.
Pero no importa, seguiré explicándoles a todos los que se quedaron sin pensiones de jubilación, que se suicidaron financieramente, y que no deben permitir que otros peruanos sigan su camino.
Así de claro. Nadie debería quedarse sin pensiones de jubilación, porque al perder esa protección social, también afectan a sus beneficiarios –esposa, padres, hijos- y se afectan a sí mismos en todo el sentido de la palabra. Y lo peor, afectan a todo un país sin darse cuenta.
Y si preguntan o descubren luego, esos Congresistas irresponsables que jugaron con el futuro de los afiliados a las AFP, tendrán sus jugosas pensiones, sus buenos respaldos financieros, porque para ellos es el cielo y para nosotros el infierno. Es como dicen en mi pueblo querido, lo angosto para el trabajador, lo amplio para el político.
Amigos y enemigos, es pésimo quedarse sin pensiones, sin jubilación. No pierdan como esos 236 mil, no lo hagan. No se suiciden. Si necesitan dinero, no saquen todo, opten por el 25 o tal vez el 50 por ciento en último caso.