Venezuela lleva 20 años secuestrada por el Chavismo, el cual destruyó toda la organización democrática e iniciativa privada, no existe independencia en el poder judicial, hay presos políticos, la Asamblea Constituyente carece de legitimidad democrática y el único órgano que posee legitimidad democrática es la Asamblea Nacional, actual oposición.

Una vez más quienes llegaron al poder de manera democrática, se han convertido en dictadores y la izquierda mundial intenta hacer malabares para justificar su legitimidad.

Todos los días se violan los derechos humanos, hay crisis humanitaria, hiperinflación, violencia, desabastecimiento y pobreza extrema. Las fronteras registran la salida de 4 millones de venezolanos, nadie quiere permanecer en este paraíso comunista y están provocando una crisis regional.

Acá lamentablemente la oposición co gobernó con Chávez y después con Maduro, lo cual ha producido un deterioro pocas veces visto y es la principal causa de porqué un régimen tan perverso a perdurar tantos años.

La izquierda mundial y otros organismos internacionales como la ONU, han hecho posible que ese régimen se mantenga.

Y han sido cómplices de una de las dictaduras más despiadados de los últimos 30 años. ¿Porqué? Porque en el fondo validan de manera implícita este régimen comunista, son incapaces de tomar medidas para liberar a Venezuela.

Luego de todo el drama humano que vive Venezuela ocurre algo positivo, deja al descubierto a la izquierda a nivel mundial, ya que no solo, no repudia la narcodictadura, incluso la defiende. Además muestra la negligencia de la ONU y la OEA, para resolver crisis políticas, económicas y sociales, cuando el dictador es de izquierda.

Ahora en Chile, la izquierda es vergüenza. Tiene una serie de defensores de Nicolás Maduro y culpan de 20 años de socialismo y la actual crisis a Estados Unidos.

Curiosamente son los mismos personajes que han sacado dividendos políticos y económicos, y además han realizado una rentable carrera política criticando y denostando el gobierno militar.

Son incapaces de condenar la violación a los derechos humanos, la nula libertad de prensa, los presos políticos y el totalitarismo de Estado. Para ellos Venezuela es el icono de la posibilidad de tener un modelo marxista, donde el estado controla todos los medios y la propiedad.

Considero importante desenmascarar a la izquierda chilena y mundial, la cual no posee ninguna evolución política. Siguen validando la violencia, la represión, la lucha de clases, las conspiraciones internacionales para justificar su rotundo fracaso como alternativa política.

El modelo que pretende instalar la izquierda, es un modelo fracasado que solo multiplica pobres, crea siempre crisis económicas y sociales, destruye toda iniciativa privada y convierte al ciudadano un verdadero esclavo del Estado.

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