Trató de ser Presidente, se opuso tenazmente no sólo al gobierno de Alberto Fujimori, sino al propio país, intentando forzar una gran campaña de bloqueo financiero como supuesta estrategia de reconversión o regreso del esquema político que predominaba hasta el denominado autogolpe. Aislar al Perú, cerrarle oportunidades de intercambio comercial o negocios, justo en medio de la más intensa arremetida del terrorismo, era la prioridad para un extranjero en su patria.
La respuesta de un país constantemente herido en el corazón fue la captura del terrorista Abimael Guzmán, de Víctor Polay y toda la cúpula de Sendero Luminoso y del MRTA, logrando un nuevo impulso de confianza que se unió a políticas de libre mercado y una nueva Constitución Política, para generar la base de la recuperación de la economía y la sociedad en su conjunto.
Derrotado nuevamente Vargas Llosa, como efecto de su fracasada movilización internacional, hizo sus mejores esfuerzos por desacreditar al Perú cada vez que pudo promoverlo, hasta que fue elegido Valentín Paniagua en el Congreso de la República, como Presidente para un período de transición.
Largos años de odios internos, aumentados con algo de razón y mucho de pasión, construyeron una mezcla explosiva en la mente del escritor que quiso ser presidente y no llegó a convencer a los peruanos
Esa es la novela no escrita de Vargas Llosa y Fujimori, el diálogo entre conversos, el peregrinaje que Don Todo nunca pudo.
Luego de negocios y acomodos por el poder político que jamás alcanzó, Vargas Llosa apoyó al hoy prófugo Alejandro Toledo para la presidencia, con el mismo empeño que lo hizo con Ollanta Humala, preso por un tiempo e imputado por corrupción junto a su propia esposa. Como ven, luego ocurrió lo mismo con Pedro Pablo Kuczynski y sólo le resta el actual presidente para sellar la novela del mal recomendar o del mal auspiciar.
A Vargas Llosa se le conoce como el garante de esos presidentes y de las decisiones de esos gobiernos. Ya sabemos los resultados, ya sabemos lo que vale la palabra de garantía de Vargas Llosa.
Pues bien, la pregunta de rigor en la hora actual es…. ¿qué fue de Vargas Llosa?