El periodo 2000-2001 fue el fin del decenio en el que gobernó Alberto Fujimori, quien al no haber obtenido mayoría que le permitiera seguir gobernando, “armó una”, sin importar “el cómo”. Tremendo error que desdibujó la participación de gente valiosa como Pablo Macera, Martha Chávez, Martha Hildebrandt, Luz Salgado, Francisco Tudela, Luis Delgado Aparicio, Joaquín Ormeño, Absalón Vásquez, Gustavo Ibarra, Elsa Vega y otros.
Al estallar el escándalo el 14 de setiembre del 2000 (“video Kouri-Montesinos”), la crisis devino en terminal. Fujimori anunciaría el acortamiento de su mandato, la Mesa Directiva del Congreso fue censurada y Fujimori renunciaría (fue vacado por el Congreso).
El Perú vivió días de inestabilidad y el congresista Paniagua asumió la Presidencia del Congreso y luego la Presidencia Temporal.
Lo que vino luego en los siguientes 21 años fue una permanente degradación del Congreso desde el gobierno del corrupto Toledo hasta el presente.
Los tres gobiernos que siguieron a Paniagua tuvieron mayorías congresales sin que éstas diera un marco de gobernabilidad. El drama empezó con el gobierno de PPK quien sin tener una mayoría congresal se enfrentó a un Congreso con una mayoría inédita de 73 congresistas. La corrupción se trajo abajo tempranamente al gobierno con la renuncia de PPK quien fue reemplazado por Martín Vizcarra quien tras breves meses cerró el Congreso.
El nuevo Congreso elegido el 2020 vacó a Vizcarra y apoyó también la algarada comunista que trajo consigo la renuncia del Accesitario Merino de Lama y el ascenso de Francisco Sagasti. El caviaraje que nunca había ganado una elección se hizo del gobierno y facilitó el ascenso del comunista incapaz y corrupto Castillo.
La historia a lo largo de los últimos 60 años consigna gente valiosa que ocupó un escaño como Luis Alberto Sánchez, Ramiro Prialé, Andrés Townsend, Mario Polar, Héctor Cornejo Chávez y constituyentes como Haya de la Torre y Bedoya Reyes.
En los siguientes años, muchos de los mencionados fueron acompañados o sucedidos por figuras como Lourdes Flores Nano, Roberto Ramírez del Villar, Felipe Osterling, Pepe Barba, Antero Flores Aráoz, Juan Carlos Eguren, Marisol Pérez Tello, Rafael Rey, Martha Chávez, Alan García, Javier Valle Riestra, Jorge del Castillo, Nidia Vílchez, Mauricio Mulder, Vitocho García Belaunde, Juan Sheput, Rosa Bartra, Héctor Becerril, Cecilia Chacón y algunos izquierdistas cuyo mayor mérito fue ser “comparsas” del terrorismo de los 80s.
A lo largo de estos años hemos constatado que los gobiernos con mayorías obsecuentes no son garantía de estabilidad y menos aún gobiernos sin mayoría congresal, que finalmente han terminado en el descalabro.
La existencia de gente valiosa tampoco ha logrado que el Perú se conduzca por mejores rutas. Sino, ¿Cómo explicar el desastre de los años 80s habiendo grandes políticos como los mencionados?
¿Acaso el sistema parlamentario como lo conocemos ha colapsado y requiere ser repensado? ¿Hasta cuándo tendremos que seguir escuchando a tanto ignorante sentado en una curul obtenida gracias a los votos de una ciudadanía cada vez más en desgracia?
Requerimos no solo nuevas propuestas sino gente valiosa, honesta y capacitada. De los últimos congresos tan solo podríamos rescatar el 15% de sus integrantes y eso.
El Perú necesita resucitar a sus Instituciones. La Historia nos muestra esa imperiosa necesidad. En cuanto al actual Congreso hay poco que destacar; esperando un poco más de tiempo para resaltar las pocas figuras dignas de señalar.
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