Es interesante leer el miedo, revisar los temores y descubrir las mentiras que se envuelven desde las cuentas agresivas y violentas que se manejan en redes sociales por los agentes de la falsedad, el contubernio y la degradación moral, con esa suerte de lenguaje “correctito” que quiere imponerse sobre la verdad y la realidad para desmoronar a nuestra sociedad, para destruir el concepto que existe en los principios, en los valores y en el desarrollo constante de las virtudes ciudadanas, que durante dos décadas por lo menos, estuvieron transformadas en palabras de odio, resentimiento y mentira permanente desde las izquierdas.
Hoy en día, Lima ha recuperado parte de su esencia y parte de su rumbo. Esa esencia y ese rumbo tienen que fortalecerse antes que asuma la Alcaldía su nuevo gestor –en realidad, su esperado gestor- Rafael López Aliaga, una persona que será constantemente asediada y maldecida por lo que sea, desde las cavernas y las tuberías de la maldad política de los que han perdido la alcancía del dinero público. Algunos medios –por eso-, ya piden su muerte anticipada como Alcalde, algunos medios –también por eso-, ya promueven la vacancia sin antes haber asumido Rafael López Aliaga sus responsabilidades. Pero es así, el folklore de la inmundicia se anuncia con premeditación, alevosía y ventaja.
¿Qué deber nos exige la hora presente y el rumbo consecuente? Responder con obras y acciones, con ejemplos y talentos. Eso, que las izquierdas jamás han hecho: trabajar, hay que anunciarlo desde ahora y ponerlo en marcha desde mañana, porque a los de las izquierdas del odio y la violencia, del robo y la corrupción, de la mentira y la impunidad, se les vence con actitud y sensatez, con tenacidad y firmeza.
Lima es el motor del impulso hacia el país que exige cambios en Democracia, para una mejor Democracia, para una mayor Libertad. Lima es la puerta que se abre en solidaridad con los distritos más pobres, los más alejados, los más olvidados. Allí se debe de ir con brigadas de técnicos y profesionales dispuestos a dar un voluntariado de calidad y resultados. Eso es imperativo para vencer el odio.
Rafael López Aliaga es el Alcalde que Lima ha elegido y a la vez, es el generador de gestión que el país espera ver trabajar incansablemente en esa tarea: Alcalde, gestor, promotor, voz con palabra de todos y mirada de muchos.
Nota de Redacción: el presente artículo se publica simultáneamente en voxpopulialdia.com