Ayer el líder de Vox habló por primera vez al Congreso de los Diputados, y al hacerlo devolvió la voz en esa cámara a millones de españoles que se habían quedado sin representación.
Los temas tratados por el líder de Vox durante su discurso:
- Empezó su intervención recordando a los guardias civiles heridos en el último asalto a la frontera en Melilla. Si no me equivoco, fue el único dirigente político que se acordó de ellos en la sesión parlamentaria de ayer.
- Denunció que el secretario general del PSOE quiere ser investido con el apoyo de comunistas, proetarras, golpistas, chavistas y separatistas, y anunció que Vox votará en contra de la investidura de Pedro Sánchez.
- Criticó los halagos de Arnaldo Otegi a Sánchez y la entrevista de TVE al dirigente batasuno.
- Reclamó las actas de la negociación entre Zapatero y ETA. Fue el único dirigente político que lo hizo. Por lo visto, los demás no tienen el menor interés en conocer qué es lo que pactó el PSOE con los terroristas.
- Denunció la “incomprensible impunidad” de la Generalidad de Cataluña, un tema al que Sánchez ni siquiera se había referido en su intervención inicial.
- Denunció la “dictadura progre” y la gran cantidad de impuestos que “arruinan a la España viva, a la España que madruga”, para sostener el “disparate autonómico”. Unos impuestos que Sánchez quiere seguir subiendo.
- Recordó a los autónomos que no se pueden tomar vacaciones y a los empresarios que tienen que cerrar por culpa de los políticos, porque el gobierno se dedica a “destruir riqueza”.
- Denunció los “comisariados políticos” que “se apropian de sectores de la población como si fueran sus legítimos representantes y se atreven a dictaminar quién puede acudir o no a una manifestación”, una clara referencia al lobby LGTB y a las recientes agresiones a miembros de Ciudadanos en el “orgullo gay” en Madrid. También pidió el cese del ministro del Interior por justificar esa agresión y denunció los ataques y amenazas a miembros de Vox, y eso lo decía Abascal mientras Grande-Marlaska se reía desde su escaño.
- Dijo que Vox defenderá el “derecho a disentir del consenso progre de todos los partidos y de la mayoría de los medios de comunicación”. Y denunció la “falta de solidaridad” de la mayoría de los dirigentes políticos con los miembros de Vox que han sufrido agresiones en los últimos meses, unos ataques “instigados” por algunos políticos, haciendo alusión a la “alerta antifascista” de Pablo Iglesias.
- Dijo que “las voceras del feminismo supremacista no hablan en nombre de todas las mujeres, sino en nombre de su propia ideología, una ideología totalitaria y suicida”.
- Dijo que “los colectivos LGTBI que atacaron a los representantes de Cs no representan a los homosexuales, sino aquellos que han hecho un negocio de dinero y de poder para hablar en nombre de ellos”.
- Señaló también que “las organizaciones no gubernamentales -no gubernamentales pero siempre mantenidas por los gobiernos- ni representan a los inmigrantes ni los salvan en el Mediterráneo, bien al contrario, en muchas ocasiones son la colaboración necesaria con las mafias que se lucran con el tráfico de seres humanos”.
- Añadió que “ni siquiera los animalistas hablan en nombre de los animales, a pesar de su discurso tan irracional y tan totalitario”.
- Defendió “el restablecimiento del orden constitucional en Cataluña, la disolución de los partidos golpistas y la ilegalización de cualquier proyecto separatista de ruptura de la unidad nacional y de la democracia”.
- Apoyó “promover la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte” -fue el único dirigente político que lo dijo ayer-, refiriéndose a los planes de Sánchez para legalizar la eutanasia. Defendió también “el derecho a nacer”.
- Reivindicó también “el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos, y que se respete profundamente a la familia”.
- Se refirió también al “suicidio demográfico que estamos viviendo”, y criticó la “indiferencia” del resto de partidos ante el envejecimiento del pueblo español.
- Criticó también el multiculturalismo y manifestó la oposición de Vox a la inmigración ilegal, y defendió “una inmigración legal y ordenada”, refiriéndose especialmente a la “hispanoamericana”. Además, denunció la ocultación de las violaciones colectivas cometidas por extranjeros. Nuevamente, fue el único dirigente político que se atrevió a señalar abiertamente este problema que inquieta a muchos españoles.
- Criticó también la Ley de Memoria Histórica del PSOE, a la que tachó de “totalitaria” y que consiste en que “con el dinero de todos se dicta a los españoles lo que tienen que pensar sobre nuestro pasado”.
- Recordó las amenazas del fundador del PSOE, Pablo Iglesias Posse, a Antonio Maura, que sufrió un atentado una semana después, y también las amenazas de diputados socialistas y comunistas a José Calvo Sotelo, recordando que acabó asesinado a los pocos días por “los guardaespaldas de un líder socialista”, en referencia a Indalecio Prieto, y denunció que la cuenta de Twitter del Congreso omitió hace poco ese crimen en sus efemérides.
- Recordó, además, que “fue el Partido Socialista en 1994 quien rebajó las penas de prisión para los violadores”. Me referí a ello en este blog hace un mes, y me ha alegrado ver que lo recuerde Abascal en el Congreso. La única pega que le puedo poner a lo que dijo es que eso ocurrió en 1995, no en 1994 (una simple errata que no resta importancia ni mérito a su afirmación).
- Acabó su discurso con un “viva España”. Lo dijo con la misma naturalidad con la que muchos españoles amamos a nuestra Patria.
En mis 43 años de vida nunca había escuchado un discurso pronunciado desde la tribuna del Congreso que coincidiese al 100% con mis planteamientos como lo ha hecho el de Abascal.
Ayer, después de escuchar a este valiente político decir una verdad tras otra sin complejos, me sentí enormemente orgulloso de haber votado a Vox.
Éste era el momento que llevábamos esperando muchos españoles que nos quedamos políticamente huérfanos hace muchos años, un discurso que un político que no se avergüenza de sus principios liberal-conservadores ni de los votantes que le han apoyado. Un político que acude al Congreso pero no para hacerse perdonar la osadía de discrepar de la izquierda, sino a dar la batalla de las ideas contra el pensamiento progre sin contemplaciones. ¡Gracias, Vox, por devolvernos la voz en el Parlamento a muchos españoles!