Muy poco se resalta, apoya y estimula en el Perú a la acuicultura. Es más, ni los legisladores ni los propios gobernantes saben de qué se trata, cómo nace, cómo se desarrolla y cómo impacta en el país. No entienden el potencial de la acuicultura.
Por eso, en Minuto Digital hemos escogido una detallado informe que publicó la Sociedad Nacional de Pesquería, a fin de hacerlo alcanzar a todos los lectores, en especial a los más jóvenes.
“La acuicultura o acuacultura es el conjunto de actividades técnicas y conocimientos de crianza o cultivo de especies acuáticas, tanto vegetales como animales, según lo define la FAO. Se trata de una importante actividad económica de producción de alimentos; materias primas de uso industrial y farmacéutico; y de producción de organismos vivos para la reproducción, repoblación u ornamentación. El cultivo, no solo supone alguna forma de intervención en el proceso de cría para aumentar la producción, sino también conlleva la propiedad individual o empresarial de la población que se cultiva y la planificación, el desarrollo y la utilización de sistemas, emplazamientos, instalaciones y prácticas de la acuicultura, así como la producción y el transporte” señala el artículo y continua explicando lo que a continuación trasncribimos:
Especies que se pueden cultivar en la acuicultura
Las especies cultivadas son diversas y van desde microorganismos hasta seres más complejos, como micro y macro algas, crustáceos, moluscos y peces. A nivel mundial, entre las principales especies de peces en acuicultura de agua dulce están los ciprínidos (carpas), salmónidos (incluida la trucha), tilapia, sabalote y bagres, mientras que, en cuanto a los peces marinos, tenemos a la cherna europea, pargos, lisa y jurel. En cuanto a los crustáceos, las principales especies cultivadas a nivel mundial son los camarones, langostinos y algunas especies de cangrejos, mientras que, en cuanto a los moluscos, las almejas, mejillones y ostras fueron las especies más importantes para la acuicultura.
En el Perú, las principales especies acuícolas son la trucha, concha de abanico y los langostinos, aunque también se realiza el cultivo de otras especies como la tilapia, paiche, paco y gamitana. Según el Ministerio de la Producción en el año 2020, el 58% de la cosecha nacional fue de especies marinas, mientras que la diferencia fue de especies continentales. En ese mismo año Piura, Puno y Tumbes fueron las regiones con mayor nivel de producción, alcanzando entre las tres, más de 109 mil toneladas de recursos acuícolas cosechados. (Anuario Estadístico de Pesca y Acuicultura 2020 – PRODUCE)
En general, los principales recursos de exportación son la concha de abanico y los langostinos, mientras que el principal recurso de consumo interno es la trucha y algunas especies tropicales como la tilapia, paco, gamitana y paiche, entre otros. (Anuario Estadístico de Pesca y Acuicultura 2019 y 2020 –PRODUCE).
La acuicultura es muy importante, ya que se desarrolla no solo por grandes empresas que generan puestos de trabajo permanente, sino también por pequeñas empresas, comunidades campesinas y nativas convirtiéndose no sólo en su principal actividad económica, sino, sobre todo, en su medio de vida y alimentación.
Los sistemas en la acuicultura
Los sistemas de cultivo son muy diversos. Estos pueden realizarse con agua de mar tanto en la costa como en alta mar, agua dulce o una mezcla de ambos. Se puede cultivar directamente en el medio acuático (sistema abierto) o en instalaciones bajo condiciones totalmente controladas (sistema cerrado). De acuerdo con este control, los cultivos pueden ser:
Extensivos: Con muy poca intervención del ser humano. Se da en programas de repoblamiento en lagunas, embalses o represas en beneficio de una comunidad o uso recreativo.
Semi extensivos: La intervención humana se limita a la siembra, complementando la dieta natural con algo de alimentación y manejo de nivel de aguas. Los animales pueden estar confinados pero la cantidad de ellos por metro cuadrado (densidad) es baja. Esta técnica es usada en acuicultura de subsistencia.
Intensivos: Se manejan todos los parámetros de vida del animal. La siembra se realiza en altas densidades, con dietas diseñadas por edades. Hay recambio continuo de agua con flujo mecánico y oxigenación, y las temperaturas se mantienen constantes. En algunos casos, se maneja el fotoperiodo e, incluso, hay reciclaje del agua. Esta técnica se da cuando existen altos costos por el uso del agua, hay fuerte competencia por el espacio y principalmente cuando se realiza producción industrial de semillas de cultivo (alevinos o larvas).
Semi intensivos: Los animales están confinados en grandes estructuras, como jaulas o estanques, en los cuales se maneja la densidad de siembra, alimentación artificial, recambio de agua que se complementa con aireación de esta. Es la más común de acuiculturas industriales.
Ahora, según la integración del ciclo de vida del organismo cultivado, el sistema de cultivo puede ser de ciclo cerrado, que va desde los reproductores y los alevines (peces bebés) que son mantenidos y engordados en una misma granja. También existen los de ciclo abierto, que compran los alevines y se centran en la etapa de engorde.
El éxito de la acuicultura
En las últimas décadas, la producción mundial de peces de cría se ha multiplicado por 12, convirtiéndose en el sector de producción de alimentos que ha crecido con más rapidez. La FAO estima que para el año 2018, de los 179 millones de toneladas de producción mundial de pescado, 82 millones procedieron de la producción acuícola, representando el 46% de la producción total y el 52% del pescado para consumo humano. (https://www.fao.org/3/ca9229es/ca9229es.pdf – El Estado Mundial de la Pesca y Acuicultura 2020).
(https://www.fao.org/3/ca9229es/ca9229es.pdf – El Estado Mundial de la Pesca y Acuicultura 2020)
Si bien durante las décadas de 1980 y 1990 la tasa de crecimiento anual de la acuicultura fue del 10.8% y 9.5% respectivamente, en el periodo 2001-2010 la tasa fue decreciendo hasta alcanzar un 5.8% y 4.5% en el periodo 2011-2018. (https://www.fao.org/fishery/es/aquaculture).
Sin embargo, según las proyecciones de la OECD y la FAO en su informe “OECD-FAO Agricultural Outlook 2021–2030”, se prevé que los productos acuáticos (pesca y acuicultura) crecerán a una tasa de 1.2% anual durante el período de 2021-2030, alcanzando los 201 millones de toneladas para el año 2030, siendo el principal impulso el de la acuicultura, que se prevé pueda crecer a un 2% anual, alcanzando en el año 2030, las 103 millones de toneladas. (https://www.fao.org/3/cb5332en/cb5332en.pdf).
(https://www.fao.org/3/cb5332en/cb5332en.pdf)
Según la FAO, los peces de acuicultura convierten en masa corporal la mayor parte de su alimentación respecto de los animales terrestres. Por ejemplo, la producción de un kilo de proteína de bovino requiere 61 kilos de alimento frente al porcino y el pescado que requieren 38 y 13 kilos, respectivamente.
Además, los sistemas de producción de animales acuáticos también dejan una menor huella de carbono por kilogramo de producto en comparación con otros sistemas de producción de animales terrestres. Las emisiones de nitrógeno y fósforo derivadas de los sistemas de producción acuícola son muy inferiores a las de los sistemas de producción de bovinos y porcinos.
Retos para la acuicultura peruana
Para la Sociedad Nacional de Pesquería, los retos para el desarrollo de la acuicultura en el Perú son tres: innovación, seguridad y relacionamiento con las comunidades.
La producción acuícola peruana se llegó a multiplicar en el Perú, al pasar de las 10 mil toneladas en el año 2003, a un poco más de 143 mil toneladas en el 2020, con un pico en el 2019 de un poco más de 161 mil toneladas. Sin embargo, los retos aún son grandes si queremos posicionar a la acuicultura nacional como una de las más importantes de la región y por qué no, del mundo. Para que la acuicultura sea competitiva y sostenible su problemática se debe abordar desde distintos ángulos, que cubran aspectos tecnológicos, de mercado, logístico, de desarrollo de capacidades, crédito, calidad, etc.
En ese sentido, es necesario tener un marco normativo que impulse el sector acuícola nacional, que otorgue recursos a los actores productivos para que puedan invertir en el incrementar su productividad, equipamiento y nuevas tecnologías, ampliación de centros de cultivo, capacitación, adopción de sistemas de calidad internacionales, etc. Por su parte, el estado debe no solo dar un marco normativo que fomente las inversiones en este sector, sino también enfocarse en la mejora de la infraestructura vial y de frío, el fomento de la investigación, la capacitación, formalización y elaborar planes de contingencia que puedan hacer frente a eventualidades ambientales o naturales de los recursos.
Por último, pero no menos importante, se debe generar normatividad específica que permita maximizar la utilización de los recursos cultivados, como por ejemplo dar facilidades para el reaprovechamiento de los subproductos o productos intermedios de la actividad acuícola, así como incrementar la promoción de los productos acuícolas en el mercado interno y externo.
La trucha en el Perú
La trucha Arco Iris (Oncorhynchus mykiss) es una de las especies de cultivo con mayor potencial de desarrollo en nuestro país, gracias al conocimiento de sus técnicas de cultivo, como son los estanques y las jaulas flotantes. Así, podemos aprovechar las bondades de nuestra geografía andina y del gran Lago Titicaca.
- La Sociedad Nacional de Pesquería tiene entre sus asociados a las dos principales productoras de
trucha en el Perú: Peruvian Andean Trout y Piscifactorías de los Andes. - Producción anual:
La producción de trucha en el Perú ha experimentado en los últimos 15 años un crecimiento explosivo de 2,000%, lo que significa tener una tasa de crecimiento anual del 24%. Actualmente se producen unas 52 mil toneladas al año. - Oferta de productos:
La oferta de las empresas adscritas a la SNP es muy variada y ofrecen al mercado presentaciones, como:
– Fresca refrigerada: Trucha entera; Trucha con cabeza, eviscerada, con espinazo y con espinas ventrales; y Trucha sin cabeza, eviscerada, sin espinazo y sin espinas ventrales.
– Congelada: Trucha con cabeza, eviscerada, con espinazo y con espinas ventrales; Trucha sin cabeza, eviscerada, sin espinazo y sin espinas ventrales; Filetes con piel y sin espinas; y Medallones con piel y sin espinas.
– Ahumada: Filetes de trucha ahumada sin piel y sin espinas. - Mercados de destino
Del total producido solo se exportan unas 2,570 toneladas de productos elaborados en base a la trucha. Los mercados a los que llega nuestra trucha son la Federación Rusa, Estados Unidos, Canadá, Japón y la Unión Europea. - Certificaciones de calidad
Para asegurar que los productos elaborados con nuestras truchas son de la mejor calidad y garantizar su inocuidad, las empresas piscicultoras buscan certificaciones que les ayuden en la gestión de la sanidad, inocuidad y calidad.
La primera certificación es el del Sistema de Análisis de Riesgos y Control de Puntos Críticos (HACCP, por sus siglas en inglés). Requisito de carácter mundial para todo producto hidrobiológico y requisito para habilitar una planta de proceso y permitir la exportación de sus productos.
Al asegurar el HACCP, es necesario mantener las Buenas Prácticas Acuícolas y de Manufactura (BPA y BPM), por lo que nuestras empresas también certifican en:
– International Food Standard (IFS)
– Global G.A.P.
– British Retail Consortium (BRC)
El hecho de mantener este tipo de certificaciones permite solicitar el Best Aquaculture Practices (BAP), el cual certifica que la empresa tiene una correcta gestión de sus BPA, sus BPM, aplica el HACCP, tiene un compromiso con el cuidado de su entorno y tiene políticas de Responsabilidad Social con sus trabajadores y las comunidades cercanas a sus unidades operativas.
Con información de la SNP Sociedad Nacional de Pesquería www.snp.org.pe
Imagen Agencia Andina