La defensa de un inculpado es un trabajo loable, arriesgado, difícil, incomprendido o aplaudido, entendiendo las labores del abogado, quien se entrega en vida y en talento a lograr que su cliente (es un servicio pagado por alguien) sea declarado inocente o si es responsable y culpable –pero un tipo arrepentido de verdad o por lo menos imaginariamente-, se logre que sea sentenciado con una condena menor, a la peor que se esperaba en un escenartio totalmente adverso. No es un juego de palabras, él ha jugado con su Libertad, por su culpa o por su falta de entereza y sensatez.
Resulta por ello interesante revisar los escenarios donde se revuelve el ex presidente, el autogolpista Castillo, un artista de la maniobra sindical y el discurso del odio, un prototipo de cobarde ensimismado en medias palabras y cabeza agachada, mientras lo rodean sus “abrazadores compañeros” de la trifulca, el chantaje, el escándalo y la perversión, todos de la extrema izquierda más violenta y resentida que se ha nucleado a lo largo del tiempo, sobre la base del mensaje de Sendero luminoso y los herederos del MRTA.
Con un sinnúmero de carpetas fiscales y con un autogolpe encima, nadie ha querido ser el abogado suicida del imbécil político, ni siquiera alguno de sus innumerables 82 ex ministros y 145 ex vice ministros. Ni siquiera alguno de sus 15 abogados contratados -reclamantes de pagos-, que no hicieron nada bueno por educar e informar adecuadamente a su cliente, y lo dejaron al poco tiempo abandonado, como él los abandonó en sus remuneraciones y testimonios inciertos (o eternas mentiras, no lo sé).
Pero últimamente, ha aparecido un tipo de buen rostro, abuelito argentino dicen, algo caduco, cambiante como cuando un billete entra y sale de una casa de cambio, con libros bajo el sobaco -como se decía hace muchos años, irónicamente-, no por los libros cargados y amontonados bajo las axilas se tiene esa “carga” de sabiduría e inteligencia transmitida al cerebro-, un personaje extraño que se presenta como abogado del pobre diablo que se hizo el autogolpe y condenó anticipadaente el fin de su desastrozo e inmoral gobierno: hablamos de Pedro Castillo.
Un tal Zaffaroni, que ha tenido idas y vueltas, como muchos o como todos, es lo que les vamos a contar en esta escena de la vida casi casi irreal que comenzó entre otras noticias con la siguiente:
Perú: un abogado argentino se sumó a la defensa de Pedro Castillo
El letrado “especialista en derechos humanos” (las comillas son nuestras) visitó al encarcelado Castillo en el penal de Barbadillo, donde le pidió que recurra a tribunales internacionales y hable con los abogados de Lula, Gustavo Petro y Evo Morales.
¿Se dan cuenta?
El Foro de Sao Paulo y la organización criminal de toda la izquierda latinoamericana han activado en su desesperación la defensa irracional de un golpista que es directamente responsable de la muerte de más de 60 peruanos hasta el momento y para esto, después de 18 abogados -¿pagados por quién?- no han podido hacer nada en beneficio de Castillo, porque es imposible contradecir su culpabilidad y absoluta responsabilidad, la extrema izquierda ha contratado según nuestras fuentes, por un adelanto de US 200 mil dólares, al ex juez de la CIDH Corte Interamericana de Derechos Humanos, Raúl Zaffaroni a quien han acompañado una docena de “agitadores y asistentes” que se hospedaron entre otros lujosos hoteles, en suites del Sheraton Lima, desde donde han alentado las violentas protestas contra el país.
Pero veamos lo que está detrás del abogado argentino…
El insólito caso del juez argentino Raúl Zaffaroni
Así titulaba un detallado artículo de Javier M. Gonzales en Nueva Tribuna de España el 15 de febrero de 2018, donde escribía y actualizamos: “Raúl Zaffaroni fue juez de la Corte Suprema argentina entre 2003 y 2014 y desde enero de 2016 integró la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde tuvo mandato hasta el 2022”
Ahora lean con pausa lo que el periodista Gonzáles reseñó:
“El veterano juez argentino (78 años) fue el más político de los que integraron la Corte Suprema durante el anterior gobierno. Y fue uno de los muchos personajes que dieron una voltereta ideológica antes de caer en brazos del kirchnerismo. Había sido nombrado juez durante la última dictadura (1976-1983), momento en el cual juró “observar y hacer observar los objetivos básicos fijados (por el gobierno militar) y el Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional”.
Zaffaroni, dice este medio con absoluto rigor: “no admitió ningún hábeas corpus a favor de los desaparecidos y las Madres de la Plaza de Mayo lo incluyeron en una lista de 437 jueces a los que se acusaron de haber sido partícipes necesarios en los delitos de privación ilegítima de la libertad, apremios ilegales, sustracción, retención y ocultamiento de personas, entre otros”.
En el proceso de ratificación en el Senado argentino para integrar la Corte Suprema, Zaffaroni reconoció: “obviamente, sabíamos que se estaba secuestrando gente, fue lo que, en líneas generales, me enteré en el extranjero (en 1978)”. No obstante, regresó y siguió siendo juez.
En 1980 escribió un libro -en coautoría con Ricardo Juan Caballero- sobre derecho penal militar, en el que legitimaba que los militares usurparan justificadamente el poder en casos excepcionales (pero luego del tiempo, condenó a jueces militares en casos de sentenciados por terrorismo comprobado).
En 2001, antes de llegar al máximo tribunal del país, había denunciado que, en la provincia de Santa Cruz, gobernada entonces por Néstor Kirchner, “soplaba el mismo viento que llevó a Hitler al poder”. A propósito del plebiscito con el que Kirchner instauró en su provincia la reelección indefinida para gobernador, también había dicho que ese mecanismo de democracia plebiscitaria tenía como fin “establecer una relación tramposa entre el líder y el electorado, a la manera del nazismo”.
Integrando ya la Corte Suprema, “fue protagonista de un escándalo a propósito de seis apartamentos de su propiedad, que funcionaban como prostíbulos” (aquí está el mayor escándalo que motivó, al hacerse notoria su responsabilidad ocho años después, su salida de la CIDH).
Pero no solamentye es “ese” escándalo” revivido un estigma en el caso de este juez militante de la extrema izquierda, sino que llegó a situaciones inexplicables como en algunas de sus sentencias, donde “argumentó que en el caso de un individuo que obligó a una niña a hacerle sexo oral, no había habido violación, porque el hecho había tenido lugar con la luz apagada” (es decir, liberó al violador, al criminal, al asesino de la vida y futuro de una niña).
Pero lean atentamente:
“Zaffaroni es el principal inspirador de la doctrina garantista -que algunos prefieren denominar como abolicionista-, que considera que el delincuente es una víctima de la sociedad, que el delito es una creación política, que el proceso penal es una farsa de los poderosos y que el Estado no está legitimado para imponer penas”. ¿Este intérprete de la manipulación de la verdad, del trastocamiento de principios y valores fue juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos?… tenemos derecho a pensar y afirmar que ya sabemos porqué los terroristas, los subversivos y sus apologistas gozan de impunidad y además, de millonarias indemnizaciones: hicieron de la injusticia, la “nueva justicia”.
Esto se corrobora con un reportaje de 2003 en la revista Rolling Stone, donde Zaffaroni describió cómo encaraba su tarea (a favor del culpable): “Abrís un expediente y decís, a ver cómo lo zafo (salvo) a éste. Y si zafarlo no está bien, entonces digo: a ver cómo hago para que la lleve más aliviada. Abriendo un expediente así, con esta idea, vas a dormir tranquilo siempre. En definitiva, la función del juez penal es contener el poder punitivo, ¿viste? Poder decir: bueno, hasta acá. En el ejercicio del poder punitivo llega un momento del proceso en el que el acusado está solo, todos contra él. Hasta que llega un tribunal que dice: vamos a ver cómo compensamos esto”.
¿Entienden apreciados lectores qué clase de injusticia sentencia esta absurda justicia “progre”? ¿Y de allí salen los nuevos abogados de Castillo que vienen con una tropa de oenegés y medios de comunicación proclives al chavismo, al Foro de Sao Paulo, a los cárteles de la política y Dios sabe a qué otras fuentes oscuras?
Vayamos al caso de los prostíbulos…
Por información publicada por El Mundo, desde España, “cuando se descubrió que en un inmueble de su propiedad –del actual abogado del ex presidente Castillo- funcionaba un prostíbulo, Eugenio Raúl Zaffaroni, juez de la Corte Suprema de Justicia, atribuyó el hecho a una mera casualidad”
Sin embargo, “con el correr de los días, la prensa de investigación halló otras propiedades inscritas a nombre del juez, que servían al mismo propósito. En total, seis apartamentos en diferentes barrios de la capital, todos consagrados al comercio carnal” al proxeneteismo, a la prostitución.
Y se reseñaba además que “el último en ser detectado queda en la Avenida Santa Fe, altura del 1240. En el apartamento 10° A del edificio opera un prostíbulo VIP regentado por la actriz porno Ana Touche. El primero se encontraba en la calle Vicente López 2271, frente al cementerio de la Recoleta en una zona elegante, pero famosa por sus clubes nocturnos y sus hoteles de paso. En este caso, el piso aparece registrado a nombre de Ricardo Montivero, el apoderado a quien Zaffaroni mencionó como su administrador inmobiliario” y de quien dijo no saber a quiénes les alquilaba… pero el juez lo sabía muy bien, él tenía que conocer de quién recibía puntualmente sus pagos, porque no eran pagos de poco monto, al contrario (y no se imaginan cuánto cobraba por el alquiler para ese negocio) y para administrar esa operación sucia tenía un empleado dedicado exclusivamente a ese único fin, que según nos informaron, incluía “gestiones para que no molesten los vecinos, ni las autoridades” para garantizar el funcionamiento de los prostíbulos de Zaffaroni.
Entonces: Juez, contactos, presiones, administrador, prostíbulos… dinero sucio y sin problemas. ¿Ven?
Denuncian que habría 6 prostíbulos en propiedades del juez Zaffaroni
Recibimos mensajes advirtiendo que “todo lo que ustedes publiquen será objeto de denuncias”, pero… un argentino que está irregularmente y según entendemos ilegalmente trabajando en el país, ¿Puede denunciarnos o peor aún, puede amenazarnos por publicar lo que ya publicaron otros medios, los cuales estamos citando ahora? No. Por eso, repetimos, estamos colocando información publicada por otros medios, como lo que Clarín consignó:
“Según testimonios de vecinos, recogidos por La Alameda, el apartamento –del actual abogado de Pedro Castillo- está regenteado por una actriz porno local, Ana Touche, cuyas fotos pueden encontrarse rápidamente en Internet y funciona como “prostíbulo VIP”, es decir, con tarifas altas y prostitutas de mejor nivel que el resto de los departamentos denunciados días atrás. También en la Web es posible detectar la promoción de este “privado” en más de una decena de sitios de ofertas sexuales y foros de consumidores de prostitución, donde se publicitan mujeres y travestis. “El contacto se hace con el llamado, en este caso, a diferencia de los otros, no reparten volantes, es otro nivel”, explicaron a este diario desde La Alameda. Clarín intentó comunicarse a los teléfonos que figuran en estas páginas pero nadie atendió. Llama la atención que el magistrado no haya denunciado –o al menos no la hizo pública hasta ahora– a la persona que, según él, le administra estos inmuebles”, señaló Clarin.com
¿Se dan cuenta quién defiende a Pedro Castillo, que está siendo relacionado con cárteles de la droga, el terrorismo, el contrabando, la trata de personas y estos actos reñidos con la ley y la moral, en nuestra opinión?
Finalizaremos con este recuento de Agencia NOVA.com:
Los quilombos del juez Zaffaroni
“Eugenio Raúl Zaffaroni es una contradicción viviente. Se recibió de abogado a los 22 años, en 1962. Hizo carrera en el Poder Judicial de la provincia de San Luis. Durante el Proceso de Reorganización Nacional fue nombrado juez nacional en lo Criminal de Sentencia de la Capital Federal. Que quede claro: juró por los Estatutos del Proceso, no por la Constitución”
“Su pasado procesista no le impidió a Zaffaroni presentarse como el campeón de los derechos humanos en 2003, cuando el difunto Néstor Kirchner lo propuso para integrar la Corte Suprema de Justicia. Tampoco fue obstáculo para la distinción que le otorgó Madres de Plaza de Mayo, como reconocimiento a su compromiso con los derechos humanos”
“En 2011 el nombre del juez Zaffaroni quedó manchado al conocerse que en departamentos de su propiedad funcionaban prostíbulos. La noticia inundó las primeras planas de los medios. Cuando ya no hubo forma de tapar el escándalo, el propio juez admitió que “es posible que sea verdad”. Al mismo tiempo remarcó no saber lo que ocurría”
“La web del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) informa que La Alameda es una organización no gubernamental que lucha contra la trata de personas, el trabajo esclavo, la explotación infantil, el proxenetismo y el narcotráfico, focalizando su actividad jurídica en la asistencia y asesoramiento a personas afectadas. Dicho ente denunció los prostíbulos zaffaronianos”
“El hecho fue de alto impacto. La Justicia investigó una posibie violación a la ley de profilaxis en las propiedades de Zaffaroni. La defensa del jurista consistió en declarar que la administración de sus departamentos estaba delegada en una tercera persona, quién ocultó al magistrado la actividad que ejercían sus inquilinos”
Ricardo Montivero era el administrador de los departamentos de Zaffaroni. Curiosamente su domicilio estaba en la misma dirección en la que el ex juez moraba. Montivero se hizo cargo de todo, reconoció sus responsabilidades y pagó la multa correspondiente. Las cosas llegaron hasta ahí. Nunca nadie preguntó más nada (pero la relación Zaffaroni – Montivero es de mayor escándalo).
Un muerto de quien nadie habló
De lo que nadie se hizo cargo fue de la muerte de Marcia González, presunta “madama” que falleció en un extraño accidente automovilístico. Esta mujer le alquiló a Montivero cuatro propiedades del Juez Zaffaroni, el actual abogado de Pedro Castillo, en las que funcionaban prostíbulos. “Cuando la justicia la tuvo en la mira, ella decidió poner rumbo a Misiones, pero nunca llegó” con vida (¿ajuste o eliminación?)
“En el auto siniestrado se encontraron 30 mil dólares y más de 130 mil pesos de la época. Fuentes cercanas a la difunta reconocieron que se dedicaba a la prostitución. También reconocieron que tenía miedo. Su muerte es un misterio que se perdió en los abismos insondables del tiempo”.
O sea, Marcia Gonzáles (proxeneta y regente de prostíbulos) le alquilaba al Juez Zaffaroni cuatro propiedades y el administrador contractual, el señor Montivero, hacía las cobranzas y demás. Un día de tantos la policía y la justicia argentina decidieron investigarla y encausarla y la “madame” se fugó. Estando en la huída “desapareció y murió”… y del tema, del caso, no se procesó nada, no se dieron resultados. Pero el señor Montivero siguió alquilando y el señor Juez Zaffaroni siguió cobrando (pero ahora de otras “madame”)
Así que ya saben quién es el abogado del comunista que destrozó y enfrentó, dividió y criminalizó al país, pero ojo, no es el único argentino, ya les dijimos que vinieron “en mancha” y de esa mano poco clara sale también el abogado argentino Guido Croxatto, director del rimbombante Instituto Latinoamericano de Criminología y Desarrollo Social, quien acaba de convertirse en otro abogado más del ex presidente Pedro Castillo… como que el dinero sobra y para rato, ¿O no es así?
Croxatto, para que sepan, es quien defiende ardorosamente –mediante declaraciones en muchos medios- a Cristina Fernández de Kirchner, quien fue condenada a 6 años de prisión por defraudación al Estado en la causa conocida como “Vialidad” y además fue sentenciada a inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
¿Quieren más información?
https://www.lapoliticaonline.com/nota/nota-75363/
https://www.ambito.com/politica/zaffaroni-admitio-posibles-prostibulos-cuatro-departamentos-n3695032
La garantía de los prostíbulos que había en departamentos de Zaffaroni es otro prostíbulo:
Juez argentino reconoce existencia de prostíbulos en sus propiedades:
https://www.sinembargo.mx/31-07-2011/17991
Imagen referencial, captura de pantalla Canal N, los abogados argentinos Zaffaroni y Croxatto, en las puertas del penal donde está recluído el ex presidente golpista Pedro Castillo.
Un artículo de la Mesa de Redacción de Minuto Digital Perú, bajo la dirección de Ricardo Escudero.