Muchas veces pienso en el testimonio que debo dejar a mis hijos, que espero tenerlos y por lo menos dos, luchando claro está, porque para tener Familia hay que saber luchar, por dignidad, por presente y futuro, por darle a tu nombre lo que la vida te entregó cuando recibiste el primer abrazo y el primer beso de tus padres, de Papá y de Mamá. Y es así que desde casa siento que el trabajo es el complemento de mi hogar, que existe una sintonía que me bendice y por la cual, hago mis esfuerzos para llevar con palabras escritas, un mensaje desde este “portal de la Libertad”, Minuto Digital Perú, que ya supera los tres millones de lectores efectivos en sus primeros años de empuje, tesón, sensatez y tenacidad.
En el equipo al cual tengo el honor de pertenecer con Ricardo Escudero, Arena Constanza, Carlitos Gonzáles, María del Carmen Velasco, Tania Roca y Virginia “Techi” Cusi en Lima, Fernando Ramírez desde Nicaragua, Benito Díaz en México, Luis Zolla en Washington D.C., José “Pepe” Velásquez desde Austin-Texas, Sandra Cuevas desde Colombia y muchos buenos colegas y amigos como Betty Marroquín en Guatemala, se suma un entusiasta “círculo de acumuladores de juventud” que pasando los 50 años, hacen de cada conversación y debate, la ocasión más maravillosa de aprendizaje y moderación profesional que se pueda construir.
Por eso y por otros motivos, es que aquí decimos la verdad y tratamos de sustentar las evidencias, porque en el Perú no basta ver la realidad, hay que demostarla como si fuera una operación matemática o un cuadro de Picasso.
Una de esas evidencias es que las izquierdas están en modo de extinción, se resisten pero languidecen, se molestan pero se les nota en su soledad y verguenza: crisis de nacimiento, enfermedad de siempre, condena obligatoria, rechazo popular.
Además, hay una especie de autocensura militante hacia lo cierto, lo real, lo razonable -aunque es mucho pedirle razones a los sin razón-. Las izquierdas no saben qué decir, qué discurso llevar, qué farsa inventar, porque se quedaron en el slogan, el grito y repetiremos siempre, en el rechazo popular.
Por ejemplo: ¿Quién o quiénes hablan de economía, de finanzas, de mercados, deuda o de bonos soberanos desde las izquierdas? Nadie, porque no saben qué es economía, de qué tratan las finanzas, cómo se componen los mercados, qué impacto tienen las deudas nacionales en sus poblaciones y emprendimientos, qué significa un bono soberano… no lo saben, les explicamos de repente y no lo entienden porque es un tema de capacidades y talentos mínimos que ellos, en las izquierdas, no los tienen y por eso, se inyectan en el Estado, viven de nuestros impuestos y permanecen gobierno a gobierno, succionando el tesoro público.
Hoy que estamos en medio de una administración violenta que nació en las izquierdas, que sigue siendo de izquierdas “más moderadas” dicen pero no lo creemos y las evidencias lo siguen demostrando, hay que estar pasos adelante, porque vendiendo cierta esperanza maquillada de orden y respeto al Estado de Derecho, pueden estar ocultando tropelías y acciones irregulares e ilegales, como lamentablemente sospechamos y cada día se hacen notorias. Y eso, es por que vienen de las izquierdas más recalcitrantes.
Así que ya sabes: si quieres hacer que tu trabajo, tus estudios, tu Familia y tu vida sean compatibles, cuidate de las izquierdas del odio y la corrupción, rechaza el lenguaje del odio, el discurso del odio y del resentimiento que ha hecho y hace de las miserias políticas de las izquierdas, un veneno que puede acabar con todo un país… y casi lo lograron, y por eso los cerrones, bermejos y cuanto degenerado existe, se encuentran en desesperación solidaria con lo que queda de la inmoralidad y la traición a la Patria.
Patria y Vida, siempre venceremos al odio y a la izquierda.