La extrema izquierda española ha dado hoy un paso más para meter en la cárcel a los que contradigan sus tesis y conceptos ideológicos, equiparando esa discrepancia con las lesiones.
Coalición extremista quiere que el Código Penal no permita discutir conceptos como “terrorismo machista”
La agencia Europa Press ha publicado hoy una noticia sobre una iniciativa en el Senado de la coalición Compromís, que agrupa a tres partidos de extrema izquierda de la Comunidad Valenciana: Bloc Nacionalista Valencià, Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds – Esquerra Ecologista del País Valencià.
Refiriéndose a la campaña de la Junta de Andalucía que ha sido criticada por la izquierda por hablar de “malos tratos” y no de “violencia de género” (este último un concepto ideológico derivado de la tesis del feminismo de izquierdas de que a las mujeres las maltratan por ser mujeres), Compromís afirma que “la banalización y negacionismo de esta lacra debería estar contemplado como delito grave en el Código Penal”, una propuesta que tiene como fin “evitar que ciertos gobiernos autonómicos banalicen con el terrorismo machista”.
Pero además, el partido de ultraizquierda señala a Vox, afirmando que “la extrema derecha española, inexplicablemente, ha hecho bandera de la banalización o negacionismo del terrorismo machista”.
Compromís propone al PSOE incluso “declarar el estado de excepción por terrorismo machista” y “modificar el Código Penal para tipificar como delito la banalización o el negacionismo del terrorismo machista”.
El Código Penal deja en evidencia el concepto que afirma Compromís
La propuesta de Compromís es una absoluta majadería totalitaria. El Código Penal español tipifica el terrorismo en sus Artículos del 571 al 580.
En los artículos señalados hay dos elementos comunes que definen jurídicamente al terrorismo: el hecho de tratarse de un delito organizado (que se ejerce “perteneciendo, actuando al servicio o colaborando con bandas armadas, organizaciones o grupos”), y “la finalidad de subvertir el orden constitucional o de alterar gravemente la paz pública”.
La única excepción al primer caso la indica el Art. 577 para los casos de lesiones, detenciones ilegales, secuestros, amenazas, coacciones y otros delitos cometidos al margen de una organización terrorista pero “con la finalidad de subvertir el orden constitucional o de alterar gravemente la paz pública”.
Ninguno de estos tipos legales se corresponden con los delitos de maltrato en el seno de la pareja, pues estos delitos no se cometen de forma organizada -no hay ningún grupo terrorista machista organizando malos tratos contra mujeres- y sin fines políticos.
De hecho, en España no se ha condenado a nadie como terrorista por cometer un delito de maltrato o de homicidio contra su pareja. Lo más espeluznante, lo que es propio de una mentalidad totalitaria, es que alguien pida la prisión para todo el que haga una argumentación jurídica tan elemental como ésta.
Esa petición implicaría más de tres años de prisión para quien discrepe
Por otra parte, en el Código Penal (Art. 13) se indica: “Son delitos graves las infracciones que la Ley castiga con pena grave”. El Art. 33 indica que son penas graves la prisión superior a tres años y la inhabilitación absoluta, entre otras.
Para que nos hagamos una idea, penas graves son las que se imponen a delitos como las lesiones, las agresiones sexuales y los homicidios, entre otros.
Es decir, quieren meter más de tres años en prisión a quienes se limiten a cuestionar el vocabulario del feminismo izquierdista, un vocabulario que tergiversa un concepto legal como el de terrorismo para aplicarlo a casos que nada tienen que ver con el terrorismo.
Lo que proponen tiene un nombre: dictadura, que es ese tipo de régimen en el que la legítima discrepancia se castiga como si fuese un delito grave. Esta propuesta totalitaria de Compromís debería tener graves consecuencias legales para esa formación política.
La Ley Orgánica de Partidos Políticos ya es muy clara en su Art. 6: “Los partidos políticos se ajustarán en su organización, funcionamiento y actividad a los principios democráticos y a lo dispuesto en la Constitución y en las leyes”.¿Qué clase de principios democráticos defiende una formación política que quiere castigar con la cárcel un legítimo ejercicio de la libertad de expresión?
El año pasado Compromís apoyó una iniciativa para legalizar la apología del terrorismo
Por otra parte, resulta indignante escuchar a Compromís hablar sobre la banalización y el “negacionismo” del terrorismo después de lo ocurrido el año pasado.
En octubre de 2018 Podemos presentó una proposición de ley que proponía derogar el Art. 578 del Código Penal, que castiga la apología del terrorismo.
Ese artículo dice lo siguiente: “La provocación, la conspiración y la proposición para cometer los delitos previstos en los artículos 571 a 577, se castigarán con la pena inferior en uno o dos grados a la que corresponda, respectivamente, a los hechos previstos en los artículos anteriores”.
Durante el debate de esa proposición, el diputado Enric Bataller i Ruiz confirmó el apoyo de Compromís a esa iniciativa (ver Diario de Sesiones, página 9), alegando: “Quita censura, restricción de libertades individuales, entendimiento servil y lacayo del respeto a las instituciones, protección penal absurda para algunos conceptos abstractos que se han venido tratando como si fueran seres vivientes; por otro lado, pone más protección para las personas frente al odio”.
Esa iniciativa decía que ese tipo penal sirve “para reprimir la libertad de expresión”
Es decir, que el mismo Compromís que ahora pide criminalizar a quien cuestione un “terrorismo machista” que jurídicamente no es terrorismo, es el mismo Compromís que el año pasado apoyó legalizar la apología del terrorismo, apoyando una proposición que afirmaba:“este delito de enaltecimiento del terrorismo resulta por tanto de difícil encaje en un sistema democrático y debe ser derogado de forma urgente”.
Además, el preámbulo de la proposición afirmaba esto: “En un contexto en el que ni ETA ni GRAPO ni su entorno están ya activos,este delito no tiene ningún sentido salvo para reprimir la libertad de expresión“.
¿Cómo se puede tener la jeta descomunal de proponer lo que hoy propone Compromís, después de apoyar el año pasado una iniciativa que decía que el tipo penal de apología del terrorismo sirve para “reprimir la libertad de expresión”?
Resumiendo, que según Compromís gritar “gora ETA” es libertad de expresión, pero cuestionar el tramposo vocabulario feminista es un delito grave.
Como estos totalitarios se salgan con la suya, poco a poco las prisiones se vaciarán de delincuentes y se llenarán de demócratas.