Ha trascendido que el Grupo SURA de Colombia, que maneja una AFP en el Perú, cuyo prestigio estaba en la cúspide del respeto hacia la protección de la intangibilidad de los fondos de pensiones, ha virado en sus intereses y en su discurso, según una nota aparecida en el Diario Gestión, donde se menciona que proponen que de cada S/ 100 soles de tus aportes al sistema privado de pensiones, S/ 30 vayan a un fondo colectivo estatal, con lo cual perderías cada mes que aportes, el 30% de tu dinero, de tus ahorros para el fondo de jubilación futura, sin ninguna justificación.
Y es que en el silencioso “debate a puertas cerradas” sobre un nuevo intento de desmontar el sistema privado de pensiones, parece que los actores privados, o alguno de ellos, prefieren inventar un nuevo modelo o negocio, o tal vez están en tratos con los sectores de izquierda, lobbys estatistas del gobierno y grupos políticos de interés para adjudicarse nuevos privilegios a los que ya tienen fuera del marco inicial que sembró el extraordinario rumbo de las AFP (tan maltratado luego, y que fue a ojos de los afiliados, inexplicablemente trastocado, explicablemente para algunos).
La noticia dice lo siguiente:
“Aportes de pensiones a un fondo solidario, la propuesta desde Sura: Se sugiere que el 70% del aporte del afiliado va a su cuenta individual, mientras que el otro 30% iría a un componente colectivo (fondo solidario)”
¿Cuál fue la reacción del economista David Tuesta, uno de los pocos expertos en el tema de pensiones y jubilaciones en Hispanoamérica?
“Estoy en contra del fondo compartido. Mientras la pirámide poblacional de trabajadores formales, que es alrededor 20% de la PEA, no apunta a que crezca rápidamente, la punta de la pirámide, donde está la gente envejecida, se va a ampliar. Ante ello, se va a requerir eventualmente subsidios adicionales a la redistribución interna en el sistema, pues el sector formal es pequeño. Además, esta propuesta sería como una expropiación a futuro, pues te restan parte de tu rentabilidad y te obligan a repartirlo dentro del sistema”, expresó en un comentario que es la verdad.
Entonces, ¿Qué pretende el Grupo SURA en el Perú?
A nuestro entender y por informaciones de fuentes propias que solicitaron la reserva del caso, SURA estaría interesada en un lobby legislativo y financiero que promueva la existencia de un nuevo sistema de pensiones, único, donde todos los trabajadores sean inscritos sin excepciones -trabajadores dependientes e independientes, formales e informales-, aportando 16% cada mes que tengan ingresos superiores a los mil soles (un 3% adicional al promedio vigente en el sistema nacional y privado, ONP y AFP’s). Ese dinero global, el de todos los trabajadores, lo administraría una nueva figura financiera denominada “gestores de carteras de inversión” (aquí entra a tallar SURA) absorbiendo todo el dinero de todos los fondos de pensiones durante cinco a siete años renovables, “garantizando” una rentabilidad mínima. Es decir un monopolio privado, licitado por el Estado, cuya cabeza piramidal sería una nueva ONP que supervise a las AFP en la parte de afiliaciones, educación previsional, procesos de pensiones y jubilación, beneficios y carteras de empresas y clientes individuales, encargando la SUNAT las cobranzas (¿cómo la ven?) y destinando todo el dinero -repetimos y repetiremos TODO el dinero, todos los ahorros individuales- a un solo “gestor de carteras de inversión”. ¿Ese es el nuevo foco de negocios a presión política?
¿Qué cantidad de dinero recibiría SURA si fuera, supongamos, el gestor elegido?
Al inicio, aproximadamente sesenta mil millones de dólares que cada año se incrementarían en cuanto a nuevos afiliados y los aportes en curso, en unos 3 mil millones más. ¿Quien asume el riesgo? Usted amigo y no amigo trabajador. ¿Se dan cuenta del negocio?
A nuestro entender, es ilegal e inconstitucional lo que se pretendería hacer. Estamos advertidos y estamos preparados para no perder de vista estas ingratas propuestas, que merecen rechazo absoluto.
Nosotros proponemos y promovemos desde el Instituto del Ahorro y la Fundación Minuto Digital la Economía de la Libertad, donde nadie puede condenarte a exigencias legales que atentan contra el ahorro personal, nadie.