Los ladrones y las sinvergüenzas que le quitan parte de sus salarios a sus propios trabajadores, a su gente de confianza, a los militantes de sus propios partidos políticos, siguen impunes y seguirán impunes porque ellos y ellas, las ladronas y los sinvergüenzas tendrían que ajusticiarse entre sí y eso, no va a suceder en la organización criminal que elabora las leyes e impone a cualquier persona en algunos cargos públicos que afectan nuestras vidas, economía y futuro.
Roban sueldos de sus empleados de confianza, entonces, ¿qué no le estarán robando a todo un país que no es de su confianza?
Cerca de una docena de congresistas, más de 40 ex ministros y una centena de funcionarios de gobiernos pasados y no muy lejanos, deberían estar sentenciados y purgando prisión, pero el Congreso ha hecho y hace lo necesario para dilatar las investigaciones, obstruir los dictámenes, extender la impunidad y recibir seguramente algo a cambio; usen su imaginación queridos lectores, usen su imaginación para identificar esas prebendas.
Les comento esto porque me dicen que ya no hay que darle palo al Congreso, porque las izquierdas se van a aprovechar para obtener beneficios señalando culpas hacia otros, pero, ¿Acaso no es la izquierda en sus diferentes bancadas el foco de la mayor corrupción, de la gran ociosidad, de los mayores escándalos de corrupción, de la atroz sinvergüencería y del racismo más agresivo que se haya podido comprobar?
¿No es la izquierda un sinónimo de inutilidad y de enfrentamiento para demoler al propio Congreso?
Todos, todos los congresistas tienen una carga de culpa y de responsabilidad. Puede ser que dos o tres sean exceptuados, pero no podemos hacer excepciones porque estamos hablando de lo que fue una institución y hoy es una organización contra el país: el congreso. En este sentido, seguimos esperando que los corruptos boten a sus colegas más corruptos, que los mocha sueldos, boten a los otros mocha sueldos de mayor porcentaje, ¿Eso llegará a suceder? No, no creemos que ocurra porque existe un pacto de sangre entre bandoleros y se acerca la renovación de la Mesa Directiva, el reacomodo.
Con una izquierda de las mil máscaras, con un centro que no se ubica, con una derecha ausente de rumbo y sin agenda precisa, con un congreso sin líderes, los ciudadanos seguiremos siendo espectadores, mientras los extremistas de la izquierda saldrán justo en la antesala de la elección de la nueva Mesa Directiva del Congreso a incendiar el país, ¿no lo sabían? ¿no repararon que las fechas de la comunista “toma de Lima”, coinciden con esas decisiones que tendrán que hacer los sinvergüenzas del congreso? Tendremos doble función: de violencia en las calles y de imprudencia en el congreso. Se los dije otra vez.
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