Señora Boluarte, al cumplir los primeros seis meses de su gestión complementaria a la del golpista Castillo se muestra usted autocomplaciente y muy satisfecha con lo hecho. Pero mejor aterrice de una vez, su gobierno flota en la mediocridad; y ahora atrévase a gobernar con los demócratas dejando de lado su pasado vergonzoso de izquierdista militante, porque los peligros acechan y hasta el 2026 falta un largo trecho.
No fue usted quien derrotó a la maldición castillista. Fueron los patriotas volcados en las calles quienes combatieron al régimen corrupto. Fue el Congreso, con todos sus bemoles, el que reaccionó. Y fueron las FF.AA. y la PNP las que con estoicismo, y a pesar de usted, quienes frenaron a la subversión terrorista.
Sí, a pesar de usted porque fueron usted y los cobardes Otárola y Chávez Cresta, entre otros, los que permitieron el experimento macabro de sacrificar a militares y policías para que resistieran sin protección alguna la embestida roja, verdadera culpable de las 80 muertes que ahora la CIDH y las ONG usan para traficar con los derechos humanos del pueblo.
A cambio de una falsa paz social usted ha ofrendado la vida de un policía incinerado vivo, 6 soldados asesinados, más de 800 efectivos heridos, decenas de civiles lesionados; y, encima de todo, ha entregado la región Puno al control de Sendero, al separatismo alentado y financiado por Bolivia, al narcotráfico y al Foro de Sao Paulo.
¿Qué ha hecho? Ha pactado un matrimonio cruzado con el Congreso para quedarse en el cargo dos años y medio; deja que la economía flote; apenas defiende la soberanía en el caso de la Alianza del Pacífico; solo ha sacado un puñado de caviares e infiltrados por el castillismo en la administración pública; y permite que asolen al pueblo la inseguridad ciudadana y la epidemia del dengue frente a la cual mantiene a una ministra impresentable.
Usted sabe que desde fines de este mes la violencia subversiva recomenzará con fuerza. Atrévase a declarar ilegal al Fudep y el Movadef; expulse del Perú al “Gallo” Zamora; rompa con la internacional narcosocialista; ordene la retaliación contra el estado hostil de Bolivia; rescate a Puno; capture a los cabecillas sediciosos ya identificados; respalde realmente a las FF.AA. y la PNP; garantice la estabilidad jurídica a los inversionistas, promueva las exportaciones y no defienda a ministros incapaces. No sea banal, gobierne bien y no olvide: falta mucho para el 2026.