En algunas zonas de la Región Puno, es contradictorio el lenguaje de los que se dicen dirigentes y los que en base a esos mismos discursos, ocupan cargos públicos, porque el enfrentamiento entre perdedores y sinverguenzas en el poder -ambos grupos o bandos, de la misma ideología de izquierda violenta, pero diferenciada en sus ambiciones y actos oscuros-, es un acto de rotación que siempre se repite, un hecho casi histórico entre los que reclaman “en nombre del pueblo” y los que fueron elegidos “en nombre del pueblo”. No se trata de una especulación, sino de algo que es parte del ADN puneño reconvertido de la peruanidad paciente y trabajadora, hacia el nuevo ADN puneño, bolivianizado, ocioso, violentado, cargado de resentimiento y un odio a todo, imparable donde se coloca (pero no en las gentes buenas y trabajadoras, sino en los manipuladores “dirigentes políticos” que se disfrazan de campesinos, de luchadores sociales o de representantes del pueblo que nunca los ha elegido o nombrado).
Puno ha tenido mala suerte por un lado y ausencia de participación repetida -en el otro lado- para decidir entre gentes honestas o seguir viendo como unos aprovechadores se instalan en distintas escalas de poder, ese es un hecho innegable, escandaloso y triste, pero no inmerecido porque ellos mismos han contratado con sus votos, para que sean alcaldes, congresitas y representantes en su gobierno regional, a centenas, sino miles de incompetentes, estafadores de la voluntad popular, corruptos, contrabandistas del voto, protectores y creadores de delitos gravísimos que nadie sentencia con firmeza. Y esas mal llamadas autoridades, han negociado con el anhelo de pequeños pueblos, extorsionándolos para “crear nuevos distritos”, es decir, nuevos feudos políticos para el engaño y para usar a esos pueblos mediante colectas entre campesinos, asociaciones, emprendedores y familias, a fin de decirles que la única forma de incluir en el Presupuesto Nacional algún dinero para una obra ansiada, tiene un pre requisito… “se necesita pagar a congresistas y funcionarios públicos en cada Ministerio involucrado en esa decisión”.
No resulta extraño que Puno haya tenido un desborde histórico de creación de nuevos distritos, donde no se contó con buenas, regulares o mediocres autoridades, sino con gentes improvisadas en la gestión pública, pero muy experimentadas en el delito. Eso opinamos.
Puno no era así, nunca lo fue, pero el veneno boliviano y el virus populista de los representantes en el poder local, provincial, regional y nacional (gobierno o congreso), fue sembrado, alimentado, apañado, encubierto y desarrollado a lo largo de los últimos treinta años, con la complacencia sumisa de los propios puneños, autores de su desgracia y de un hecho que nace como respuesta hacia ellos, cada vez más fuerte: el Perú que los puneños insultan, ya está dando señales de molestia y repudio.
La manipulación es tan escandalosa en estos escenarios, que les vamos a poner este ejemplo:
La ministra no fue obligada a renunciar, ni presionada a renunciar por el motivo que maliciosamente se coloca en esa fotografía colocada en portal de Facebook de “Azángaro Noticias – Región Puno”. La ministra renunció al verse ad portas de una censura casi unánime en el Congreso de la República por su desatención a los pacientes con dengue, por haberse ido de viaje a los Estados Unidos con su familia, en plena crisis del dengue, por ausentarse quince días en sus labores para hacerse una lipoescultura y por una serie interminable de cuestionamientos, incompetencias y pésima gestión en el Ministerio de Salud, tal y como lo informaron distintos medios de comunicación pero, por cosas de la vida, la excusa de la fotografía que reseñamos es parte del show montado en la política puneña de ahora, que quiere que les digan “olvidados”, “excluídos” y “marginados” por lo que sea, no les interesa, la idea es sembrar más resentimientos y esparcirlos (pero no les está funcionando).
Y no les funciona porque el pueblo ve, siente y constata por ejemplo, que el actual Gobernador Regional no tiene sentido de gestión, como muy bien comenta Pag. Patriotas: “En una medida que ha dejado perpleja a la población de Puno, el Gobernador Regional, Richard Hancco Soncco, ha decidido implementar un plan de ayuda limitado en solo cinco distritos del departamento. Mientras la helada y el frío extremo afectan a toda la región, solo algunos afortunados se benefician de esta asistencia complementaria”. Pero no es sólo contra las necesidades de miles de familias pobres afectadas por el friaje directamente, sino que el tema va amás alla, como si el daño fuera provocado para empobrecer a los puneños: “En una alarmante muestra de ineficiencia y falta de compromiso, el Consejo Regional de Puno ha declarado en situación de emergencia el sector agrario y riego de la región, sin tomar en cuenta las verdaderas necesidades y dificultades que enfrentan los pequeños productores. Es hora de que el Consejo Regional de Puno deje de actuar como un simple espectador y asuma la responsabilidad que le corresponde” menciona Pag. Patriotas valientemente.
Viene la pregunta: ¿El Gobierno Regional de Puno hace que se excluyan poblaciones de niños y ancianos, de gentes de las zonas más alejadas, para no apoyarlos en el friaje y además, castiga sus campos, ganado y única fuente de ingresos?
¿No es la misma política que Evo Morales empleaba en Bolivia para condicionar apoyos politicos en las poblaciones haciendo de la izquierda bipolar el doble discurso “te ayudo”, “no me dejan ayudar”?
Y miremos otro ejemplo. El Alcalde de Azángaro en Puno, gestionó una serie de líneas presupuestarias, pero como estuvo en Palacio de Gobierno con otras autoridades y dio un discurso bastante sumiso, de inmediato las fuerzas de la izquierda del odio lo condenaron, pero no por gestionar mal, sino por pedir fondos necesarios y urgentes, de necesidad pública, al gabinete de la Presidenta Boluarte; lo condenaron por hablar, lo sentenciaron por hacer su trabajo, como si los delitos imputados a la señora Boluarte se transmitiesen a los que le conversan con ella en uso de sus facultades como autoridades municipales (en este caso).
Esto resumió el medio La prensa nacional “de Puno): ” El 18 de julio, en vísperas de la tercera gran toma de Lima, los alcaldes de diversas localidades de la región de Puno, entre ellos Carabaya, Acora, Orurillo, Pilcuyo, San Antón, Caminaca, Mazocruz y Azángaro, sostuvieron una reunión con Dina Boluarte, en medio de una situación en la que su pueblo se encuentra en plena lucha por la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso de la República”
¿Cuál es el acto político que se emite como orden frente a un suceso de coordinación gubernamental?
“Población pide que el alcalde de Azángaro Salvador Apaza flores pida perdón de rodillas en la plaza de armas, después de que esté traicionara a su pueblo al reunirse con Dina Boluarte” (eso dijeron los grupos políticos en Azángaro y reunidos en la plaza de armas, unos doscientos pobladores llevados para lanzar arengas, fueron parte del teatro del absurdo hasta ver de rodillas a su Alcalde).
¿Se dan cuenta? Todo es contradicciones y búsqueda de peleas, creación de resentimientos, fabricación de diferencias y a la vez, olvido del pueblo al que dicen representar. El doble discurso es por un lado “odio a todos” (rechazar al país en su conjunto) y por otro lado, “no quieren darle nada a ustedes” (el gobierno contra el pueblo). Los efectos de este discurso de bipolaridad son elocuentes: Las izquierdas han perdido todo tipo de liderazgos y ahora se empecinan en promover víctimas, para seguir usando al pueblo, pero atacándolo con exclusiones para que se enfrente entre sí.
Epílogo: Si desbolivianisamos Puno, en una ardua tarea formativa y educativa, se puede salvar a una gran Region del país, sino, la violencia y el delito se impondrán irremediablemente por más tiempo.
Imagen referencial, algunos alcaldes de Puno en Palacio de Gobierno