Al día de hoy -casi finalizando el mes de agosto de 2023-, en el ROP (registro de organizaciones políticas) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), se encuentran oficialmente reconocidos veinticuatro partidos que tienen licencia abierta para engañar, para estafar y para llevarnos al desastre o tal vez, quizás, podría ser que alguno no sea como las bandas criminales de la política nacional que hemos conocido a lo largo del tiempo y alguno de ellos, repetimos como excepción, se convierta en la realidad que las esperanzas creen que puede llegar al Perú, alguna vez, quizás.
Veinticuatro “partidos” con DNI y cinco más en probable autorización en los siguientes meses y cinco más anunciando que están casi listos para entregar sus documentos a fin de ser reconocidos. ¿De qué se trata todo esto? De un enredo más en la desastroza historia política del país, porque en el JNE se reciben a los grupos que pretenden participar electoralmente y no se trata de permitir, ayudar, orientar, verificar y respaldar esfuerzos ciudadanos para construir verdaderos Partidos Políticos (sino grupos electoreros, de fanfarrones, mercantilistas, oportunistas, cancerberos, de vientres de alquiler, de sectas entrometidas en pugnar por el poder, de sinuosos tránsfugas y fantasmas que se irrogan la representatividad popular).
El JNE es una ventanilla procesal electoral, para grupos que deberían estar procesados por delitos de orden criminal. ¿O no es cierto que ya no hay partidos con doctrina, con programas, con organización territorial, con dirigentes en una estructura reconocida, actuante, de permanente contacto y relación con las denominadas bases, con los medios de comunicación y las instituciones nacionales? ¿Cuáles han sido los pronunciamientos de esos 24 partidos en relación a la economía nacional, a la violencia contra las familias, inseguridad interna, el fenómeno del Niño, la escasez hídrica, las relaciones con los países de frontera, la pérdida de casi 70 mil millones de los ahorros previsionales de los afiliados a las AFP para financiar la incapacidad y los robos de los gobiernos de la pandemia? Nada de nada.
¿Y saben porqué callan siempre y miran en silencio esos 24 grupitos de barriada? Porque NO tienen voz propia, no tienen líderes, ni siquiera caudillos, no son partidos políticos sino grupos de campaña electoral que dinamitan el sistema democrático, lo pervierten, lo denigran, lo destruyen y eso le gusta a los medios de comunicación porque eso vende: el odio, la violencia, más crisis, el caos y la anarquía, eso vende.
Son de todo y dicen que son para todos, pero nadie los conoce, nadie los reconoce; por eso afirmo con mi opinión que algo anda mal en esas organizaciones y sobretodo, en el JNE.
Hablemos de construir ciudadanía, de fortalecer la frágil democracia, de tener instituciones sólidas. No sigamos dando partidas de nacimiento a movimientos que deberían recibir certificado de defunción.
Imagen alusiva referencial: Derby de Kentucky (una carrera de caballos que tiene más pretigio que un proceso electoral mercantilista).