El 20 de agosto de 2023, Ecuador celebró elecciones presidenciales extraordinarias en medio de la peor crisis de inseguridad su historia. En la segunda vuelta del 15 de octubre, los ecuatorianos tendrán que elegir entre el correísmo, un movimiento socialista y autocrático, y el excongresista socialdemócrata Daniel Noboa.
Noboa está en camino de ganar y dejar en jaque a los socialistas del siglo XXI, pero en Ecuador cualquier cosa puede suceder. Noboa, un joven político de 35 años, es la mayor e inesperada amenaza para el correísmo debido al crecimiento exponencial de su popularidad en la semana previa a las elecciones.
Además, es un outsider que no representa ni al correísmo ni al anticorreísmo, como el presidente Guillermo Lasso se categorizó en las elecciones de 2021. Según una encuesta de julio de Comunicaliza, el 46% de los ciudadanos desean que el próximo gobierno no esté relacionado con esa dicotomía.
El 17 de mayo, Lasso, acorralado por un juicio de destitución en la Asamblea Nacional por presunta corrupción, disolvió el parlamento y convocó a elecciones presidenciales y legislativas anticipadas. Rafael Correa nominó a su ex secretaria de la Oficina Presidencial (2015-2016), Luisa González, como candidata presidencial de su partido. González, también diputada (2021-2023), compitió contra siete candidatos, incluido el exvicepresidente Otto Sonnenholzner (2018-2020).
El proceso electoral ha tenido múltiples incidentes violentos, incluyendo el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, uno de los favoritos para llegar a la segunda vuelta. Como periodista, Villavicencio desveló la corrupción del círculo íntimo de Correa, lo que llevó a la administración de Correa a perseguirlo y acosarlo.
Por ejemplo, policías envíados por Correa allanaron su casa en 2013. Por esta razón, la familia y los seguidores de Villavicencio consideran que el correísmo es el sospechoso más plausible del asesinato.
Si bien González fue la más votada, con un 33% de los votos, esto no le alcanzó para ganar la presidencia en la primera vuelta. El avance de Noboa a la segunda vuelta dejó a todos desconcertados, ya que hace dos semanas las encuestas predecían que obtendría un 2% de los votos; sin embargo, llegó al 23%. Esta sorpresa electoral brinda al Ecuador la oportunidad de preservar su democracia y combatir el narcoterrorismo.
Una campaña marcada por la violencia
Hasta 2020 Ecuador era considerado como un país seguro en la región, con alrededor de ocho muertes violentas por cada 100 mil habitantes. No obstante, en 2021 esa cifra empezó a acelerar vertiginosamente y llegó a 25 en 2022. Las proyecciones indican que esta tasa llegará a 39 en 2023, superando a México (24,3) y Colombia (23,9).
El 24 de julio, sicarios asesinaron al alcalde de Manta —la cuarta ciudad más grande del país— Agustín Intriago, lo que marcó un punto de inflexión ya que los candidatos que tuvieron un discurso de “mano dura” contra los criminales ganaron popularidad según las encuestas. Por ejemplo, candidatos como Jan Topic, empresario especializado en seguridad y exmiembro de la Legión Extranjera Francesa y Fernando Villavicencio, investigador anticorrupción y exlegislador, comenzaron a llamar la atención entre los ciudadanos.
El 31 de julio, Villavicencio había denunciado públicamente que “Fito”, líder de Los Choneros —grupo criminal local ligado al Cártel de Sinaloa de México— lo había amenazado de muerte. Nueve días después, Villavicencio fue acribillado en el sector financiero de Quito luego de salir de un mítin. Hasta el momento hay 6 ciudadanos colombianos detenidos.
El crecimiento de estas bandas no surgió de la noche a la mañana. Según Topic, Los Choneros pasaron de tener 150 miembros en 2006, un año antes de la llegada de Correa a la presidencia, a 15.000 cuando la dejó en 2017. Esto evidencia la permisividad y/o complicidad estatal en el crecimiento del crimen organizado.
El periodista Francisco Huerta advirtió en 2008 que Ecuador estaba al borde de convertirse en una “narco-democracia”. Esto ocurrió después de su investigación sobre el caso Angostura, relacionado con las FARC en Ecuador, cuando detectó la penetración del narcotráfico en las instituciones estatales, como la policía y el ejército. En 2023, la narco-democracia es ya una realidad.
Las investigaciones de Villavicencio llevaron a juicios y condenas de prisión para Correa y otros altos funcionarios del Estado. Correa, prófugo de la justicia, afirma que la derecha ecuatoriana ordenó el asesinato para culparlo a él. Esto es pura especulación, ya que no ha surgido evidencia clara sobre los autores del crimen.
La lucha de Villavicencio contra las mafias y los funcionarios corruptos de alto rango le costó la vida. Ahora la responsabilidad recae en todos los ecuatorianos de presionar al Estado para que encuentre a los autores intelectuales. De lo contrario, esto sentará un precedente negativo para la libertad de expresión y para aquellos que se atreven a denunciar la corrupción y el crimen organizado.
Un giro al tablero político
Debido a la disminución de la legitimidad de los políticos en Ecuador, se sentaron las bases para la llegada de un outsider que ganara la presidencia. En línea con esto, una encuesta de Comunicaliza del 2 de agosto posicionó a Topic en el segundo lugar. Sin embargo, después del debate presidencial el 13 de agosto, que tuvo la mayor audiencia en la televisión nacional en 2023 con casi un millón de espectadores, Noboa consagró un crecimiento exponencial que lo llevó a obtener un 23%.
La estrategia electoral de Noboa consistió en: (1) recorrer intensamente el territorio ecuatoriano, (2) evitar ataques a otros candidatos, (3) el uso intensivo de redes sociales —especialmente TikTok—, y (4) entender la dinámica del debate para amplificar su mensaje enfocado en la seguridad y el empleo en el post debate.
Para Luis Espinosa, profesor de la Universidad San Francisco de Quito, el fracaso de gran parte de las encuestas se debe a su errónea metodología y análisis. Él considera que no es prudente dar por hecho que todos los votantes que no escogieron al correísmo en primera vuelta —alrededor de un 67%— votarán por Noboa. Sin embargo, considera que Noboa tiene un escenario más favorable para su victoria ya que cuenta con una mayor imagen positiva: “Nadie ha atacado a Noboa en esta campaña”.
Su postura neutral en la diatriba correísmo-anticorreísmo, de ser bien aprovechada en el balotaje, lo podría catapultar para ganar la presidencia de la República. Hasta el momento, Topic ha sido el único candidato que ha anunciado su apoyo a Noboa.
En definitiva, si bien el futuro de Ecuador es incierto, la candidatura de Noboa representa un rayo de esperanza. Correa y su proyecto totalitario dependen de alcanzar nuevamente el ejecutivo para politizar e instrumentalizar el Poder Judicial. Mientras tanto, Noboa está emergiendo como un líder que tiene un desafío vital para el Ecuador: proteger su debilitada democracia y luchar con mano de hierro contra el narcoterrorismo.
Imagen referencial: Ecuador celebró elecciones presidenciales en medio de la peor crisis de inseguridad su historia. (Andrés Sebastián Díaz)