Han pasado tan solo 31 años de su segunda y definitiva detención y los ayer derrotados militarmente, hoy vuelven a la carga “gracias” al trabajo de un aparato político, legal, cultural y mediático que tras una estela de odio, sangre y muerte “exigen” por los derechos de un miserable asesino como Víctor Polay Campos (a) camarada “Rolando”.
No es la primera vez (ni la última) en que un organismo -de evidentes cómplices simpatías- defiende a un terrorista que quiso destruir el Perú.
En los años 80s algunos despistados y tontos útiles alzaron su voz en favor de la organización terrorista “movimiento robolucionario Túpac Amaru, MRTA”. “Es diferente a sendero” decían. “Tienen propuestas que buscan justicia social”, argūían otros. ¿Habría que preguntarles a los deudos de López Albújar, de Ballón Vera; a quienes sufrieron terribles secuestros en las llamadas “cárceles del pueblo” y a los miles de asesinados por esta banda de asesinos, cuyo cabecilla era Polay Campos.
Este terrorista junto con la cúpula del mrta fueron detenidos tras la escandalosa (y nunca esclarecida) fuga de julio de 1992. A todos, fiscales y jueces les aplicaron drasticamente la ley vigente y fueron a parar a cárceles de máxima seguridad, como tenía que ser. Las condenas de cadena perpetua fueron insuficientes, qué duda cabe. Vale recordar el trabajo abnegado de la BREDET (Brigada Especial de Detectives) y la DIVICOTE (División Contra el Terrorismo) de la Policía Nacional y en especial del General Juan Gonzáles Sandoval, conocido como Chacal.
Sin embargo, tras la caída del tercer gobierno del Presidente Fujimori; el transitorio Paniagua y el ladrón Toledo dieron inicio al contraataque terrorista. Se desmontó todo el aparato legal y se anularon las condenas aplicadas. Fiscales y jueces complacientes revisaron lo actuado y fueron “benignos” a la hora de los nuevos juicios. La gran mayoría está ya libre (¿haciendo qué?). Rincón Rincón, Gálvez, Cárdenas Schulte, Berenson, Lucero Cumpa y otros. La “justicia” internacional liberó a los chilenos Astorga, Mellado, Castillo y otros, al panameño Castrellón y libre Lori Berenson, fue indenmizada por orden de la caviarada internacional. El delincuente terrorista Hugo Avellaneda (a) negro nunca fue detenido.
Hoy el terrorista Polay Campos reclama por “sus derechos conculcados y su encierro” y la caviarada junto con los rezagos emerretistas reclaman por “la vida” de este miserable. Que viva ya es demasiado “premio” para uno de los causantes del baño de sangre que sufrió el Perú.
No existen “los ex terroristas” y ningún castigo será suficiente para que paguen sus culpas. El Perú hoy debe unirse y rechazar la pretensión de Polay y sus cómplices.
La Presidente Boluarte tiene el deber moral de retirar al Perú del ámbito competencial de la nefasta CIDH.
Finalmente, se me vienen un par de preguntas al ex columnista y director de Cambio, vocero oficioso del mrta, el indultado Yehude Simon Munaro: “¿qué opina señor Simon del pedido de Polay? ¿Pidió perdón por su apoyo al mrta -como mínimo- a través de sus columnas? La verdad no recuerdo que lo haya hecho.
PS ¿Seguirán exhibiéndose en el LUM fotos gigantescas de la entrada de Polay y sus huestes terroristas a Juanjuí?