Pueden decir lo que deseen, son sus opiniones y se les escucha con respeto, a todos. Las opiniones sin embargo, no se tienen que respetar, aceptar o refutar porque simplemente son eso, opiniones. Se respeta a las personas y se les escucha en lo que piensan, con respeto; pero no se debe obligación alguna sobre las opiniones para usarlas como centro del debate, porque son opiniones, nada más. Asi, en este caso, se trata de mi opinión personal, que no está sujeta a ningún escrutinio, sino a la lectura de quienes lo desean, de quienes creen que puedo comentar algo desde mi punto de vista, desde la interpretación que hago de lo que juzgo necesario opinar.
Es innegable que el actual gobierno no goza de simpatía ni de popularidad, es innegable que debe estar más desaprobado que cualquier otro gobierno de los últimos cien años, es totalmente innegable que se carece de líderes que los conduzcan o sostengan desde y hacia el gobierno y esto sucede porque su procedencia es la misma del fracaso del cual formaron parte (capítulo 1 de la misma historia).
Un gobierno que no es nada y proviene de algo que no fue nada, tristísimo drama de las izquierdas empecinads en el odio, el resentimiento, la corrupción y la impunidad. Es innegable eso también.
No tenemos un gobierno nacional, sino una especie de café teatro que cambia de guiones y trata de ir oliendo el pensamiento de la gente para tratar de hacerse popular y no lo logra. La señora presidente del Perú se nota desesperada para que la salude alguien, quien sea; quiere que le regalen flores, que le pidan un selfie, que la escogan de madrina de promoción, lo que sea. Pero nadie se anima porque ella desanima a todos (y su impopularidad la condena). Por eso se va de viaje, a ver si le resulta afuera… pero es peor.
¿Y a que se debe ese drama, de ella, que les menciono? A que los ciudadanos no sabemos nada de lo que ocurre porque la presidente no informa nada, no rinde cuentas, carece de iniciativa en la comunicación con los ciudadanos y además, en mi opinión, no cumple con la Constitución.
Por ejemplo, no solamente ha infringido reiteradamente la Constitución al salir del territorio nacional sin que exista un solo artículo -de la Constitución- que se lo permita (porque una Ley no está por encima de la Constitución), sino que incumple el mandato de velar por el orden interno, un tema gravísimo que es de evidencia nacional, con los terribles resultados que produce la delincuencia y el crimen organizado, sobre los cuales este gobierno no hace nada, como si los permitiera (es mi opinión, vuelvo a repetir).
Estamos sometidos a la incertidumbre y eso genera más desconfianza. Por eso, no se debe permitir que alguien gobierne produciendo incertidumbre y se tiene que exigir que la señora presidente hable, que se dirija a la Nación cada semana, todos los días que diga qué hace, que lo diga ella y no un aviso en las redes de Palacio, que se reúna con los gremios, uno a uno, con los Colegios Profesionales, con todos esos nuevos partidos (los 24 que ya están con DNI) a fin de informarles y que ellos lo hagan con sus “bases” y militantes o activistas para que exista despliegue de información y se formen opiniones y puedan nacer ideas y propuestas que alimenten la participación ciudadana. Tiene y debe de saber cuál es su rol como presidente y debe de dejarse de poses y viajes improductivos porque ella no va generar ni un centavo de inversiones extranjeras o nacionales. ¿Se lo puede decir alguien de su entorno?
Señora presidente, está muy mal rodeada o ya la han rodeado mal. Usted debe muchas explicaciones al Perú y no está haciendo su tarea, cumplir y hacer cumplir la Constitución Política del Perú.