Es inaceptable pero ocurre, es incomprensible pero sucede, es injustificable pero se pretende legitimar, es el caos desde el gobierno, es la anarquía desde el Congreso, es la descomposición desde las instituciones del Estado y lo peor de todo, es el silencio y la indiferencia desde los ciudadanos, situación gravísima que aprovechan “los políticos” que rotan en el poder, para ayudarse a mentir, para apoyarse en actos de corrupción, para garantizarse la impunidad, mientras millones se empobrecen y se angustian porque el futuro no existe para ellos, ya que el presente es una condena abusiva.
La principal responsabilidad recae en el gobierno que no hace nada por el país, en los ministros que no impulsan sus sectores e impiden las inversiones y los emprendimientos, con una interminable cantidad de normas que son nuevas trabas en la interminable “permisología”, de la cual luego viene la interminable secuencia de la “tramitología” (requisitos absurdos, permisos que no te otorgan, salvo coimas o arreglos bajo la mesa o presiones de varias “fuentes” que cuestan dinero y contraprestaciones futuras, a los que se debe añadir que superada esa etapa, vienen decenas de trámites en varias dependencias que te exigen diferentes requisitos para la misma solicitud).
El país en manos de perversos, el Perú a manos de ladrones y bribones, hay que decirlo, hay que hacer sentir la opinión de los que no podemos estar a favor de “este” gobierno, de “ese” congreso y de “esos” partidos inmisericordes que destruyen todo concepto de Democracia, toda idea de Libertad.
Los peruanos estamos abandonados, tanto los peruanos en el exterior, como los peruanos en el interior.
Estamos dejando de lado décadas de progreso -lento, pero progreso-, décadas de generación de un camino para todos -largo e inseguro, pero un camino-, décadas de democracia -frágil, pero democracia-, mientras compramos autoritarismo, exclusión, indiferencia y agresividad política y social.
El tiempo de este gobierno y de ese Congreso, tiene que llegar, sino no habrá un país con posibilidades, sino una nación en demolición.