Ya no existen noticias, todo es un guión del teatro del absurdo, de la novela barata que escriben desde el gobierno o para el gobierno, los alquilados detrás del poder. Pero no sólo es eso que parece de invento lo que sucede, sino que se repite desde el Congreso, donde hay más alquilados al poder que de allí se usa para “balancear” tomas y dacas, para pulsear entre malhechores, a fin de evitar reyertas. Es el patio de la cárcel de mayor inseguridad que va desde Palacio de Gobierno hasta el Congreso, en un ida y vuelta de irracionalidades, donde se deciden las imposiciones sobre nuestras libertades y el progresivo control de la frágil democracia que subsiste por algún lado, quizás, no se ve otra escena de descomposición menor.
Miren lo que ocurrió ayer, como si hubiera sido antes de ayer o cualquier día anterior: Un canal virtual, un medio de comunicación de bajísima audiencia suelta una mentira y otro medio, activista de alta militancia izquierdista, lo hace noticia, siendo falso todo. De inmediato, todos los políticos, periodistas, analistas y opinólogos, se hacen eco de la falsa noticia y de la más falsa corroboración y comienzan a comentar que “era hora que haya renunciado el ministro” y que “debería de asumir tal o cual economista”…
¿Y porqué, como ocurre eso que se comenta algo y se proponen alternativas a una renuncia que nadie había visto, leído o constatado? Es que nadie se dio el trabajo de pedir una evidencia, que en este caso era simplísimo: la carta de renuncia del inepto ministro de economía. Pero es más extraño todo esto, porque ni siquiera le preguntaron al presidente del consejo de ministros (su jefe) si era cierto lo de la renuncia.
Y así, armaron de la nada, los medios de la izquierda del odio, historias complementarias de “opiniones” que nadie había emitido, sino que alguien al servicio de algún interés (el guionista de turno) supuso y las hizo realidad.
Prepárense por eso para más mentiras preparadas: hoy es viernes y cualquier cosa puede pasar, porque estamos en el Perú y la mentira gobierna, la mentira legisla, la mentira ajusticia, la mentira es la prensa.
No le creas a los medios, pide evidencias, corrobora antes de comentar, repetir u opinar.