Todos sabemos lo que sucede en un país sin rumbo (en general), teniendo proyectos y sueños cada persona (en individual); el gran problema es que compartimos grandes problemas y es en lo único que coincidimos “todos”, pero no decidimos revertir esa terrible secuencia y frecuencia de daños, porque pensamos ilusamente que “alguien debe hacerlo”. Y como no sabemos mirarnos en el espejo de la realidad, dejamos espacio a que los “cualquiera” se conviertan en “alguien”, en vez de asumir el reto de nuestra responsabilidad sabiendo elegir o trabajando para ser elegidos.
Creemos en tantas cosas, que no creemos en nosotros mismos (grave contradicción) y hacemos que los espacios se cubran de insensatez, podredumbre y perversidad, porque a nosotros no nos toca en el alma, ni nos hiere en el corazón (egoísta).
Nos sobra mala información –sesgada, maliciosa, pervertida- y cada quien hace uso de ella como mejor le parece, pero no buscan ni entienden de dónde viene y adónde se dirige, cómo se procesa, quiénes construyen esa desinformación y lo peor de todo es que cuando no se cuenta con liderazgos comunicacionales amplios que expliquen la información,, ¿Es manejable un país en dicha tragedia? Perfectamente posible, totalmente realizable, lo estamos viendo ahora.
Por eso, tengo que explicarte algo importante que se resume desde una frase a una sola palabra (escoge la tuya): participa, eleva tu voz, manifiesta tu presencia, duda, pregunta, reflexiona, responde, vuelve a responder, construye y realiza.
Como ves, como lees, no tenemos “palabra” propia y hemos dejado por décadas que “los cualquiera” desfilen con su circo de atrocidades y nos impongan un discurso plagado de desconcierto y atropello, y para evitarnos problemas, dejamos pasar lo que suceda, aunque nos afecte como país.
¿Así funciona el Perú? Parece una historia de locura, pero es lo que ocurre cada día, cada mes, cada año, en un país de todos contra todos, porque inclusive los que no somos de la izquierda del odio, tenemos una carga de celo, envidia, dudas y suspicacias en nuestros compatriotas del lado correcto de la peruanidad. Pensamos y creemos que sabemos más que alguien que propone correctamente soluciones, porque nos hemos vuelto una especie de rígidos perfeccionistas buscando la perfección, si supera nuestro estándar evaluativo… y eso no existe.
Hoy tengo que explicarte que hay que abrir camino y cerrar la boca desesperada de la crítica reactiva, cuando las personas más preparadas se animan a dar la pelea por una mejor Democracia y una mayor Libertad.
¿Tú crees que también lo puedes hacer, eso de hablar, liderar, dirigir, organizar y dar la misma pelea, por el mismo objetivo? Hazlo pues, participa, eleva tu voz, manifiesta tu presencia, pregunta, reflexiona, responde, vuelve a responder, construye y realiza.
Creo que no tengo que explicarte más: el Perú te necesita con urgencia, porque no creo que lleguemos bien al 2026, con “los cualquiera”.