Las palabras engañosas son parte del diario acontecer en el país, donde los medios de comunicación no se dedican a hacer Periodismo, sino activismo, relaciones públicas, transacciones de poder, defensa de lo indefendible a cambio de dinero o prebendas o contratos con sus aliados y gestores. De alguna manera tenemos en el Perú, una carencia absoluta de Periodismo (con mayúsculas) frente a una avalancha de “periodismo” (con menos que minúsculas).
Fruto de ello, es que una empresa muy mal administrada en los últimos tiempos sobretodo, sigue siendo una suerte de receptora de miles de millones de soles y dólares para seguir en pérdida, para continuar su deficit integral, para enriquecer a algunos operadores financieros y empobrecer más a todos los peruanos que creen ingenuamente, que esas deudas y los pagos, no afectarán sus vidas y las de sus hijos y nietos.
PetroPerú es un lastre, una verguenza, una sede de aprovechamientos de políticos corruptos, sindicalistas más corruptos, proveedores (no todos, aclaro) dedicados a entregar basura y pedir dinero (por ponerlo de alguna forma para entender su inutilidad a cambio de un pago improcedente). Y también, consultores que no han servido de nada o cuyas conclusiones y recomendaciones no fueron atendidas ni entendidas, porque eran el cierre del caño de la impunidad diaria. ¿Es eso, PetroPerú, una empresa que se debe “reflotar” a cambio que los más pobres no tengan alimentos, escuelas dignas, hospitales equipados y seguridad en sus barrios?
Las familias peruanas, los trabajadores peruanos no tenemos porqué solventar el multimillonario “rescate” de una empresa que seguirá siempre en lo mismo, porque no es la primera vez que se inventan palabras para garantizarle dinero a ese monstruo de gastos y cañería de pérdidas.
PetroPeru se aproxima a una deuda total (sin maquillajes) de diez mil millones de dólares. PetroPeru no genera resultados sino problemas. PetroPeru paga a su enorme planilla salarios que jamás obtendrían en una empresa privada de éxito. PetroPeru es un motivo de mayor corrupción.
Hay que sumar US 1,300 millones más de “garantías” otorgadas por el gobierno para sumar más deudas. Los sicarios sindicales están de parranda festejando y cobrando, mientras los hospitales languidecen y el dengue atormenta a millones de peruanos porque “no hay recursos”.
Y no faltan los sindicalistas y burócratas “petroperuanistas fanáticos” (de la planilla de la empresa) que están saliendo a redes sociales cobrando para decir que “el gobierno no le dará dinero a PetroPerú” en una especie nueva versión de “el Puente no se cayó, se derrumbó”. Una línea de crédito es una cantidad de dinero que se pone a disposición durante un período de tiempo. Un ejemplo? La línea de crédito de una tarjeta de crédito: dinero que se usa y genera intereses y comisiones y se devuelve. Se devuelve con los costos que ello implica, ¿Pero y si no pagas como lo hace PetroPerú? Acumulas más deuda y quizás tus garantes “el Estado” lo tengan que hacer.
Si el Estado es el garante, por medio -digamos-, del Banco de la Nación, que también es de “todos los peruanos”, ¿Quién paga las deudas como siempre? El Pueblo, usted y yo, nuestras familias, nuestros hijos y nietos.
¿Por qué no se resuelve el gravísimo caso PetroPerú de una vez por todas y evitamos seguir endeudando injustificadamente a todos los,peruanos?