Se pintan de colores -ellos mismos- como si el maquillaje tapara la miseria que tienen dentro y fuera, se colocan nuevas máscaras y compran antiguas caretas para presentarse en sociedad como si la suciedad que los compone se hubiera diseminado o extinguido fuera de nuestro alcance. Los olemos con asco, los vemos con repulsa, sabemos que “ellos y ellas son” los que odian al Perú.
Otra vez, como en cada larga y posible antesala electoral, los cientos de mini grupos “de uno o dos” caras de las izquierdas, se ponen o adquieren variados nombres para sus múltiples proyectos políticos, a fin de volver a succionar el erario público, para volver a parasitar en el Estado mientras el país retrocede con ese tipo de autoridades que no hacen nada, que no producen nada, que no ayudan en nada.
Ser candidatos y colocarlo en sus currículums -diciendo “ex” candidato- llena hojas y antecedentes de los que revolotean en las izquierdas, en particular los caviares, esa especie de mansedumbre que se esconde en las garras de la hipocresía y la traición, para infiltrarse en municipalidades, gobiernos regionales, en el ministerio o superintendencia a cargo del “compañere” y quizás, los más ociosos y sinverguenzas pero a la vez los más influyentes, en algún organismo internacional o embajada (y lo logran, para desprestigio del Perú).
Sin categorías morales, menos políticas, se esparcen activistas y militantes de las brigadas de la izquierda del odio, uno a uno, haciendo esta vez que cada uno sea dueño de una marca, de un antro político al que le ponen el colorcito de temporada veraniega y luego, asumen su verdadera “pintura roja”.
De veintiseis partidos inscritos en el ROP Registro de Organizaciones Políticas del JNE Jurado Nacional de Elecciones, más de 2/3 son grupos de izquierda que de forma inexplicable han logrado que el JNE los autorice para presnenar en el siguiente proceso electoral, candidatos a la presidencia y vice presidencias, al Senado y la Cámara de Diputados -el nuevo Congreso-, a los gobiernos regionales y a más de dos mil muncipalidades provinciales y distritales del país… que tal negocio que se viene para ser candidatos en esos partidos, jugando la lotería más cara que se exhiba públicamente.
Y lo peor dentro de lo peor, es que esos “nuevos partidos” resumen sus viejos odios (rostros reciclados), son los mismos miserables que han producido las nefastas reformas educativas, electorales, políticas y las que se pueda nombrar, a lo largo de las últimas décadas. Quieren volver a reinar para destruir, son los mismos de siempre, ex ministros y ex ministras, ex congresistas, ex alcaldes o ex gobernadores regionales, ex, ex, ex.. con una sola identidad donde no son “ex”: unos fracasados.
No existe hoy en el Perú, ningún nuevo partido, todos son “ex”.