Una Democracia boba no funciona, aunque se le nombre como “democracia” y por eso se necesita que todos los días se le haga entender a las personas cuerdas que los sin cuerda, o con explosivos a la mano, nos quieren eliminar de su vista, porque la estupidez se quiere hacer gobierno eterno y los estúpidos quieren ser los amos del universo. Algo así es lo que ocurre en el mundo latinoamericano con la tropa tenebrosa de las izquierdas, que siendo comunistas un día, luego se edulcoraron como socialistas para después hacerse llamar “frente amplio” o alguna otra forma de no decirse “ni comunista, ni socialista”, para seguir engañando con el mismo contenido, pero con distinta cáscara.
Y es así que los restos del marxismo, del obituario del maoismo, de la cloaca del socialismo perverso y el entierro del comunismo asesino, han producido una nueva ignorancia violenta: “ser caviar”, una escala de la estupidez humana que mezcla ignorancia, desfachatez, perversidad e intolerancia hacia la sociedad y la convivencia entre las personas. Ser caviar parece un estado de ánimo, pero es una escala del desánimo y ahora también, el justificativo de la autoincomprensión, de la autovictimización y de la autoimbecilidad.
En el mundo no hace falta la izquierda, ya hay demasiada podredumbre política, pero les perdonamos la vida que nos quitan.
Hoy vemos que más de veinicinco partidos o mini organizacviones criminales han sido reconocidas como “partidos” por las autoridades electorales. Es decir, cuentan con licencia para matar, para tomar el poder y para robar (con absoluta impunidad por cierto). De ese total, veinte provienen de las izquierdas que eran antes. Veinte están conformadas por ex miltantes de partidos comunistas -los hubo varios-. Veinte son de esos grupos socialistas de antes y después, hay de las guerrillas y del terrorismo, de los vencidos y de los asesinos, hay esos reciclados en oenegés y sindicatos falsos de lucha por los trabajadores, siendo eternos “gozadores” de licencias y cuotas sindicales. Esa es la variedad de los mismo: podredumbre de izquierda.
Había que decirlo, hay que combatirlos.