Informa Catholic Word Report las críticas vertidas por la Australian Catholic Medical Association, con el apoyo de varios teólogos morales y bioéticos católicos, al libro de la Pontificia Academia para la Vida (PAV), al libro Etica Teologica Della Vita (ETV), Ética Teológica de la Vida, publicación de 528 páginas que es síntesis de un seminario promovido por la PAV en 2021.
La crítica, publicada el 23 de abril en Linacre Quarterly, la revista oficial de la Asociación Médica Católica, describe contradicciones entre el libro y las enseñanzas establecidas de la Iglesia sobre anticoncepción y tecnologías de reproducción asistida.
La lista de autores incluye expertos médicos, teólogos y bioéticos: Elvis Šeman; Eamonn Mathieson; Umberto Villa; Deirdre Little; Randy De Los Reyes Juanta; Padre Pascual Corby, OFM Conv; el padre John Fleming; y Brendan Purcell.
Argumentos confusos y engañosos
“Después de obtener una traducción precisa al inglés, quedó claro que ETV contiene argumentos teológicos y médicos confusos y engañosos”, dijo Eamonn Mathieson, quien concedió entrevista a CNA.
Los autores dijeron que enfatizaron la necesidad de claridad y adherencia a las enseñanzas de la Iglesia, especialmente en bioética.
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“Como representantes de la Asociación Médica Católica Australiana, nos sentimos moral y fraternalmente obligados a producir una respuesta correctiva respetuosa, disponible públicamente, basada en evidencia y revisada por pares a las declaraciones ambiguas y problemáticas en ETV”.
Una de las principales cuestiones destacadas en esta nueva crítica a ETV, pues han sido varias, es la “oscuridad y confusión” del lenguaje de ETV, que podría engañar a los fieles: “De hecho, estábamos sorprendidos y preocupados tanto por el lenguaje como por las declaraciones hechas en ETV. Nuestra preocupación fue tal que nos inspiró a embarcarnos en una tarea de 18 meses para escribir esta respuesta y publicarla”.
La crítica se centra en tres preocupaciones principales.
En primer lugar, los médicos destacan “oscuridad y confusión” en el lenguaje de ETV, que, según ellos, podría engañar a los fieles sobre enseñanzas cruciales de la Iglesia.
Falta de conocimientos de los últimos avances científicos
En segundo lugar, señalan una falta de comprensión de los avances científicos actuales y de áreas específicas de la medicina. Mathieson enfatizó que los argumentos de ETV parecen ignorar los métodos modernos y altamente efectivos de planificación familiar natural y los avances en la medicina reproductiva restaurativa que se alinean con la ética de la Iglesia.
En tercer lugar, la crítica subraya las contradicciones entre la ETV y las enseñanzas establecidas de la Iglesia sobre anticoncepción y tecnologías de reproducción asistida, argumentando que las recomendaciones de la ETV podrían conducir a una mala interpretación de las doctrinas de la Iglesia sobre estas cuestiones bioéticas vitales.
Sobre el impacto que podría tener estas argumentadas y sesudas críticas Mathieson manifiesta su esperanza de una comunicación continua: “Esperamos que este artículo sirva como vehículo para la comunicación y el diálogo continuo con la Academia Pontificia para la Vida, así como con otras agencias dentro de la Iglesia”.
Mathieson destacó la importancia de adherirse a la visión establecida por San Juan Pablo II, quien instituyó la academia en 1994. “Para cumplir su misión vital de formar e informar a la gente y la cultura de nuestro tiempo, la Academia Pontificia para la Vida debe ser fiel a esta visión. No es una visión estática, sino que da la bienvenida a la investigación y la iniciativa en el dinamismo de crear una ‘cultura de la vida’”, dijo a CNA.
Los autores recomendaron que la Academia Pontificia para la Vida consulte con las asociaciones médicas católicas, representadas por FIAMC (una asociación mundial de médicos católicos), para ayudar con futuros textos que brinden orientación moral sobre la práctica médica católica y cuestiones éticas.
“Nuestra comprensión, a partir de nuestras comunicaciones con las asociaciones médicas católicas internacionales afiliadas a la FIAMC, y a través de nuestra participación en conferencias y congresos internacionales, es que efectivamente existe un consenso con respecto a estas cuestiones del matrimonio y la sexualidad, especialmente en lo que respecta a la anticoncepción y ART [tecnologías de reproducción asistida]”, dijo Mathieson.
Para los católicos y profesionales médicos que se enfrentan a cuestiones relacionadas con la fertilidad y la procreación, Mathieson recomendó buscar médicos generales católicos fieles que puedan aclarar cuestiones médicas y bioéticas. También recomendó varias organizaciones, como el Instituto Internacional de Medicina Reproductiva Restaurativa, que promueven métodos consistentes con las enseñanzas de la Iglesia.
Mathieson concluyó enfatizando la disponibilidad de servicios de fertilidad de calidad en Australia que se alinean con las enseñanzas de la Iglesia. “De hecho, tenemos la suerte de contar con numerosos servicios de fertilidad de calidad en Australia”, señaló.