El Papa Francisco se reunió, este jueves 18, con los niños que participan en el campamento de verano para hijos de empleados del Vaticano, destacando la importancia del diálogo entre nietos y abuelos.
En una conversación informal, extractada y publicada en el portal de noticias de la Santa Sede, Francisco destacó que los abuelos son “maravillosos”, recordando su propia experiencia de infancia en la Argentina y los “momentos felices” que vivió con ellos.
“Hablen con sus abuelos”, insistió el Papa, antes de interrogar al grupo sobre ese tema, en un breve diálogo.
Una niña respondió que sus abuelos “le dan alegría” y otra afirmó que la ayudan a “encontrar su camino”. “Eso ya está, genial, le contestó el Santo Padre, “ya es bueno que estén cerca de sus abuelos, ¿no?”.
La Iglesia Católica celebrará, el 28 de julio, la IV Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores, cuyo tema este año es: ‘No me abandones en la vejez’ (Sal 71, 9). En su mensaje para esa fecha, el Papa denunció el abandono y la soledad de los ancianos.
“La compañera incómoda de nuestras vidas como personas mayores y abuelos es a menudo la soledad. Me pasaba muchas veces, como obispo de Buenos Aires, eso de visitar residencias de ancianos y darme cuenta de lo poco que esas personas recibían visitas: algunos llevaban muchos meses sin ver a sus familiares”, dijo.
Espíritu de alegría
El campamento de verano en el Vaticano fue una iniciativa creada a petición del Papa Francisco y tuvo lugar, en los últimos años, en el Auditorio Pablo VI; en 2024, está teniendo lugar en el nuevo Centro San José, inaugurado en junio pasado.
En un día caluroso en Roma, el pontífice fue recibido en un ambiente festivo, y agradeció el “espíritu de alegría” de los niños y de los responsables del campamento. La llegada del Papa estuvo marcada por el lanzamiento de alrededor de 300 globos biodegradables, con la frase “Eres precioso a los ojos de Dios”.
Francisco y los niños hablaron también sobre la paz, la importancia de la familia y la preparación para el Jubileo 2025.
“Hacer las paces es lo más bonito de la vida y tenemos que aprender a hacer las paces en casa, cuando discutimos con nuestros hermanos, cuando nos enojamos”, recomendó el pontífice.
En alusión al tema de este año, ‘Los caballeros andantes’, los niños preguntaron al Papa quiénes eran sus “caballeros” cuando era niño.
“Mis padres”, respondió Francisco, quien habló de algunos otros recuerdos de su infancia en la Argentina, cuando él y sus cuatro hermanos se sentaban juntos a la mesa.
“Los padres, la familia, hacen crecer a las personas”, afirmó.+