Entre la ignorancia y la estupidez, gana de punta a punta el imbécil de la izquierda, el socialista, el amargado marxista, el comunista que dijo que “hace mucho” fue comunista y ahora -ríanse mucho-, ahora dice ser progresista, pero lleva puesta la misma camiseta sucia del sanguinario “che” Guevara cada vez que sale a protestar por cualquier tontería. Es que, para ser idiota o estúpido, puede pasar algo, pero para ser imbécil y comunista, es por adopción de odio y resentimientos hacia lo que muchísimas personas logran, conquistan, retienen y aman, como es la familia, los hijos, los padres, el trabajo, un emprendimiento, la honestidad, los valores, la vida misma.
En el Perú del siglo del retroceso y la decadencia, los truhanes políticos de las decenas de partidos de izquierda, no nos sorprenden con sus anomalías, pero hay que mencionarlas, porque por contagio la estupidez y la ignorancia se expanden, mientras ellos reinan en su imbecilidad manifiesta, heredada y adoptada a sí misma.
En Minería, por ejemplo, y siempre con mayúscula, los comunistas adornados en partidos que se llaman “del buen vivir” (el de ellos) y también “para todos” (para todos ellos, los comunistas) dicen que la medida ideal -si es llegan al gobierno nacional otra vez, luego de los desastres de Humala, Vizcarra y Castillo- es nacionalizar todas las empresas mineras, de gas y petróleo y así como Bolivia la independencia energética dará millones a los más pobres. Bueno, ya saben lo que le está pasando a Bolivia, como le ocurrió a Venezuela, sin reservas de gas, petróleo, sin capitales para inversiones y sin desarrollo minero sostenible en el tiempo.
En Agricultura, también con mayúscula, dicen los socialistas disfrazados de caviares, que las tierras que trabajan las agroindustrias deben ser sometidas a una “nueva” reforma agraria que traslade los capitales, instalaciones, salarios y tecnología a los campesinos de los Andes. Otra vez, Velasco y los padres de los fracasados caviares a ocupar las gerencias de SAIS y CAP (Sociedades agrícolas de interés social, para la sierra; y Cooperativas Agrarias de Producción, para la costa). El gran modelo revolucionario del fracaso, pobreza absoluta y crisis agrícola durante decenas de años, a la carga contra el más pobre, de nuevo.
En Trabajo, pretenden obligar a la sindicalización universal, pero en estrecha dependencia del gobierno de izquierda, haciendo del bloque sindical o confederaciones, el brazo violento en las calles para enfrentar a la oposición que surja en defensa de las libertades conculcadas por el comunismo que se apropie del poder.
En cada actividad quieren retroceso a máxima potencia, estatizaciones, más burocracia, violencia y represión estatal, en nombre del partido de gobierno, que luego de un proceso de legitimación se convertirá en el Partido socialista o el partido comunista de la nueva era, de la nueva lucha de clases.
¿Es el Perú que vamos a tener cuando salga por fin Dina Boluarte, la vicepresidenta de Castillo y cajera de Cerrón?
Imagen referencial, la CTM Confederación de Trabajadores en México, aliada de gobiernos y no defensora de los trabajadores, en nuestra opinión histórica.