Hace siete años, en Nicaragua se volvió a matar en las calles a cientos de jóvenes que denunciaban el abuso de un gobierno marxista que se dedicó a imponer un sistema de represión y abuso sobre los derechos humanos, contando con el beneplácito, silencio y complicidad de la dictadura cubana y venezolana, además de una “mano extendida” por México, que pasó de retirar con López Obrador a su embajador -por conflictos bilaterales- para llamar a Ortega un hermano, extenderle su apoyo económico sin restricciones y subvencionar a un ejército que no sirve para la defensa exterior de Nicaragua, porque lo ha convertido en una fuerza sanguinaria interior, con la que ha ocasionado cientos de asesinatos de hombres, mujeres y niños.
Nicaragua es la semilla del germen del mal en Centroamérica, tiene en la gobernante de Honduras, la extremista Xiomara “la mara” Castro a una aliada incuestionable y ha empleado en repetidas ocasiones los servicios secretos de Cuba y Venezuela para armar el desmantelamiento de las organizaciones de la sociedad civil y desarrollar una constante agresión a la Iglesia católica, encarcelando sacerdotes “por presunción de que iban a dar un discurso contra el gobierno desde el púlpito”.
Frente a los asesinatos de opositores, cancelación de la participación de candidatos presidenciales que le hagan sombra o causen riesgo al re reelecto presidente Ortega cuya esposa es su vice presidente y jefe de la represión interna, el gobierno de los Estados Unidos de América sigue presionando pero ahora, bajo la enérgica decisión del Presidente Trump, imponiendo severas restricciones a los operadores políticos del comunismo en Nicaragua, que se acreditan como “funcionarios” que ingresan a territorio norteamericano a efectuar millonarias inversiones o negocios con dinero fruto del lavado de activos o del robo del dinero público del Estado nicaragüense.
El Departamento de Estado USA, expresó en un Comunicado de Prensa que los Estados Unidos están tomando medidas decisivas para imponer restricciones de visa a más de 250 funcionarios del régimen de la dictadura nicaragüense. Con este nuevo conjunto de restricciones, el gobierno de los Estados Unidos ha tomado medidas adicionales para imponer restricciones de visa a más de dos mil funcionarios del régimen izquierdista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que han privado al pueblo nicaragüense de sus libertades fundamentales y ha forzado a miles al exilio.
“Al conmemorarse siete años de la criminal ola de represión del régimen totalitario de Ortega y Murillo contra los manifestantes, reflexionamos sobre el coraje y el deseo de los ciudadanos de vivir en una Nicaragua libre de tiranía. Estados Unidos no tolerará que Ortega y Murillo continúen atacando a Nicaragua” expresó Marco Rubio, Secretario de Estado USA.
“Esta acción se tomó de conformidad con la Proclamación Presidencial 10309, que suspende la entrada a los Estados Unidos como inmigrantes y no inmigrantes para los miembros del Gobierno de Nicaragua y otras personas que formulan, implementan o se benefician de políticas o acciones que socavan las instituciones democráticas” indica el Comunicado.
Imagen referencial: Juan Carlos Ortega Murillo, hijo del presidente y su vicepresidente, a quien Estados Unidos en julio de 2020 “sancionó por ser responsable o cómplice de haber participado directa o indirectamente, en una transacción o serie de transacciones que involucran prácticas engañosas o corrupción”, dijo el Departamento del Tesoro USA.