La inteligencia artificial (IA) es una fuente emergente de productividad y crecimiento económico que además está redefiniendo el empleo y la inversión.
Según los escenarios contemplados en nuestro último análisis, incluido en la edición de abril de 2025 de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO) del FMI, la IA puede potencialmente aumentar el ritmo medio del crecimiento económico mundial anual.
Ahora bien, la IA también necesita cada vez más electricidad para los centros de datos que la hacen posible. La presión de esa demanda sobre las redes de suministro eléctrico tiene notables implicaciones para la demanda mundial de electricidad.
Según las últimas estimaciones anuales de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), los centros de datos del mundo consumieron más de 500 teravatios-hora de electricidad en 2023. Ese total, que supuso más del doble del consumo eléctrico anual entre 2015 y 2019, podría triplicarse hasta alcanzar los 1.500 teravatios-hora en 2030, según proyecciones de la OPEP.
Tal y como muestra el gráfico de la semana, la electricidad que consumen únicamente los centros de datos, que ya se sitúa al nivel del consumo eléctrico de Alemania o Francia, alcanzaría para 2030 niveles comparables a los de la India, el tercer país del mundo en consumo eléctrico. Estos niveles también superarían con creces los del consumo atribuible a los vehículos eléctricos (VE) pues, para finales de la década, supondrían usar 1,5 veces más electricidad que los VE.
El lugar con el crecimiento más rápido en el consumo de energía de los centros de datos es Estados Unidos, donde se da la mayor concentración de centros del mundo. Según la proyección de McKinsey & Co. correspondiente a un escenario de demanda media, es probable que la necesidad eléctrica para las granjas de servidores de Estados Unidos se multiplique por más de tres, superando los 600 teravatios-hora para 2030.
El auge en la construcción de nuevos almacenes para albergar datos en la nube y responder a las preguntas dirigidas a la IA hace patente la urgencia a que se enfrentan las autoridades, que necesitan estrategias energéticas eficaces con que garantizar que una oferta adecuada sea capaz de responder a una demanda en aumento.
La creciente demanda energética del sector tecnológico estimulará la oferta total, lo que —si esta responde bien a las necesidades— dará lugar a un incremento leve de los precios de la electricidad. En cambio, si la respuesta es más lenta, se producirán unas subidas de precios mucho más acusadas que perjudicarán a los consumidores y a las empresas, y posiblemente frenen el crecimiento del propio sector de la IA.
Si se mantienen las actuales políticas energéticas, el aumento de la demanda de electricidad debido a la IA podría sumar unas 1,7 gigatoneladas de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero entre 2025 y 2030, un monto similar a las emisiones relacionadas con la energía de toda Italia durante un período de cinco años.
La demanda de computación y electricidad por parte de las plataformas de IA está condicionada a una amplia incertidumbre. Los modelos eficientes de IA de código abierto, como DeepSeek, reducen los costos de computación y la demanda de electricidad. No obstante, unos costos más bajos hacen crecer el uso de la IA, y los modelos de razonamiento que consumen más energía elevan la demanda energética.
El efecto neto sobre la demanda eléctrica es aún incierto, lo que podría retrasar las inversiones energéticas y provocar una subida de los precios. Las autoridades y las empresas deben colaborar para que la IA alcance todo su potencial y, al mismo tiempo, se minimicen los costos. Aplicar políticas que incentiven el uso de múltiples fuentes de energía puede mejorar la oferta de electricidad, ayudar a mitigar las subidas de precios y contener las emisiones.
—Ganchimeg Ganpurev y Andrea Pescatori colaboraron con este blog, que se basa en la Sección especial sobre materias primas incluida en la edición de abril de 2025 de Perspectivas de la economía mundial y el documento de trabajo del FMI: Power Hungry: How AI Will Drive Energy Demand. Consulte el siguiente documento de trabajo para obtener más información sobre el impacto de la IA en las distintas economías: The Global Impact of AI: Mind the Gap.
El presente artículo se publicó originalmente en El Blog del FMI balo la redacción de Christian Bogmans, Patricia Gomez-Gonzalez , Giovanni Melina, Sneha Thube La IA requiere mayor suministro de energía para seguir impulsando el crecimiento económico
Imagen de la publicación original: Credit: Stefano Marzoli/iStock by Getty Images