El 76 % de las empresas peruanas ha iniciado su proceso de transformación digital, según el Think Digital Report 2024, elaborado por Inesdi Business Techschool en colaboración con OBS Business School. Esta evolución tecnológica incluye la incorporación creciente de soluciones de inteligencia artificial (IA), lo que ha incrementado el volumen de datos personales procesados en los entornos corporativos.
“La inteligencia artificial necesita datos para operar, pero su uso debe darse bajo criterios claros de privacidad y seguridad. Aplicar medidas de protección no solo es una obligación legal, también es una condición para mantener la confianza del entorno empresarial”, indicó Natal Da Silva, CEO de Stefanini Cyber para Latinoamérica.
Para reducir los riesgos asociados al uso de IA, Stefanini identifica cuatro pilares fundamentales que deben considerar las organizaciones al implementar estas tecnologías:
- Minimización de datos: Este principio es clave para el diseño y uso responsable de sistemas de IA. Las organizaciones deben limitarse a recopilar únicamente los datos necesarios para cumplir con el propósito específico del sistema, evitando la recolección excesiva o irrelevante de información personal o sensible. Con ello, se protege la privacidad, se reducen riesgos operativos y se facilita el cumplimiento normativo.
- Anonimización y pseudonimización de datos: Aplicar técnicas que impidan la identificación directa de los titulares de los datos. Estas herramientas reducen el riesgo de reidentificación y permiten compatibilizar el uso de datos con los marcos regulatorios, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
- Transparencia y explicabilidad: En los sistemas de IA, es fundamental que los usuarios comprendan cómo se recopilan y utilizan sus datos, especialmente cuando estos influyen en decisiones sensibles como créditos, diagnósticos médicos o procesos judiciales. Los algoritmos deben ser trazables y auditables para garantizar transparencia y rendición de cuentas.
- Medidas de seguridad avanzadas: Proteger los datos personales exige la adopción de controles tecnológicos robustos como cifrado, autenticación multifactor, firewalls y sistemas de detección de intrusos, junto con políticas de seguridad definidas.
“El uso de IA en las organizaciones requiere un enfoque preventivo y estructurado, que combine tecnología, regulación y cultura organizacional para evitar vulneraciones a la privacidad”, finalizó Da Silva.
Con información vía Sheyla F. Guerrero Herrera – PR| Gestión de Medios