De los secretos menos guardados por las hordas de las izquierdas del odio, descubrimos uno que es algo así como “un hecho de vanidad” que les sale del boca a boca en sus reuniones “apituqueadas” a las operadoras de sofá y sillón apolillado, desde donde se juntan para comenzar sus ataques diarios a ciudadanos que expresan sus opiniones en las redes sociales. Son tan evidentes las acomplejadas del mensaje ofensivo que proclaman como el grito de su histeria, que creyéndose superiores a los demás, no escatiman en insultar y agredir verbalmente, en la búsqueda de respuesta (de sus principales objetivos a destruir, a señalar con desprecio, a maltratar casi, como las maltratan a ellas sus esposos o convivientes mientras ellas se callan y miran a otro lado para descargar sus iras y cóleras contra otros que no son los que las golpean, sino los que simplemente opinan diferente de ellas)
Existe una bipolaridad política evidente en la tropa de la horda de las izquierdas del odio, que les hace perseguir a quien sea, a fin de imponer que (1) el criminal alias lagarto es un semi dios (2) el fugaz ex ministro de energía y minas del criminal lagarto es casi “presidenciable” (3) lo que escriben sus patrones y madrinas como discursos de odio (digamos un tal Arce, una Arévalo y otra Gamarra, o sus “ídolas de café, reactiva y mermelada” en el diario del túnel o el epicentro del mal, deben repetirlo y repetirlo tres días (4) las carátulas de los medios que cada vez se ven y sintonizan menos (porque subieron como la espuma y bajaron como era de esperarse) se tienen que ir colocando en post de “enemigos” (5) se exige “que usen post” de ciudadanos con más de 10 mil seguidores para que en el ataque, las activistas y militantes de la izquierda del odio tengan visibilidad y cuando les respondan las cuentas de menos de 100 seguidores las minimicen insultándolas como “trols” (6) se exige a las operadoras que en las redes “cambien lo que da sentido a lo escrito por un ciudadano” para que el ciudadano le responda y así, se siga cambiando el sentido del post original para atacar (por ejemplo, una seguidora del Alcalde de Lima opina que se están haciendo buenas obras en las zonas más humildes al afirmar caminos vecinales y de inmediato le saltan las activistas feministas con agresiones de cualquier especie de odio).
Es tal la industria hipócrita de la guerra progre y caviar, que hasta cuando atacan dicen “no soy de izquierda, soy de derecha” y no faltan quienes les creen… hasta que al revisar sus post, su historial público, se evidencia otra vez el carácter de maldad, vileza y perversión de esa horda de la izquierda del odio, que justifica a Sendero luminoso diciendo que nuestras Fuerzas Armadas están compuestas por “criminales de guerra”. ¿Y porqué ese odio?
¿Sabes o recuerdas, o no te han informado en tu casa, en tu escuela o universidad que por muchos años tuvimos en cada segundo de nuestras vidas, una permanente amenaza de la cual dependía si volvíamos a nuestras casas a ver a nuestras familias? Esa amenaza sanguinaria y permanente fue el terrorismo del partido comunista Sendero luminoso y del MRTA o movimiento revolucionario Tupac Amaru, igual de miserable y atroz, los que torturaron, maltrataron, degollaron, descuartizaron, asesinaron y desaparecieron extrajudicialmente a decenas de miles de peruanos que salieron a trabajar, estudiar o ver a sus familias. Hablamos de decenas de miles de víctimas directas y otras tantas miles de víctimas relacionadas, como los huérfanos cuyos padres fueron abatidos por los terroristas, como viudas y ancianos padres que quedaron abandonados por la muerte de sus esposos e hijos, como toda una sociedad en silencio, dolida y atemorizada que sufrió años de terror, temor y horror.
Pero, ¿quiénes nos defendieron para derrotar al terrorismo? Nuestras gloriosas fuerzas armadas y policía nacional cuyos miembros eran objeto de triple ataque. de los cobardes terroristas, de los cobardes medios y de las ONG de “derechos humanos” pero de los terroristas, no de las víctimas. Así era la lucha contra el comunismo y contra sus defensores en las ONG y medios que cada día “volteaban la historia” para decir que los terroristas eran una especie de luchadores sociales y nuestros soldados, una especie de exterminadores de esos “revolucionarios”.
Por eso, por décadas se sembró una falsa historia que hoy denunciamos como lo hicimos en su momento y hay algo más, revisamos algunas cuentas de esas militantes progres y activistas caviares y vemos que tienen un resentimiento marcado por envidia, una cólera inducida por celo y fundamentada en sus fracasos como personas y familias, ya que todos nuestros Héroes -a diferencia de las comunistas vestidas de hipocresía-, tienen en su vida muchos ejemplos de dignidad, honestidad, laboriosidad y transparencia, algo que a las marxistas de cocina no se les puede ver jamás. Las y los comunistas, se llamen como se llamen ahora, son la última defensa del comunismo en la guerra por la Libertad, en cambio nosotros, los demócratas que no arriamos bandera, estamos alertas para vencerlos una y otra vez, cuantas veces sea necesario.
Nuestra Bandera, el amor al Perú, el respeto a nuestros símbolos, el aprecio por la educación y la cultura, están muy lejos de las izquierdas del odio. Por eso, hagamos cada día una fortaleza de valores y principios, una enseña de virtudes que desenmascaren y condenen a las activistas de alquiler, a las militantes del resentimiento, envidia y soberbia que el país rechaza.
Están detectados varios grupos de odio que evidencian recibir “órdenes” diarias, guiones completos al escoger, para atacar y ofender a los Héroes de la Patria. ¿Qué tenemos que hacer? No darles valor, denunciarlos en cada red social y comunicar a nuestros amigos, colegas, compañeros y ciudadanos demócratas, quiénes son, dónde están y cómo se les identifica a los piratas de la Democracia, asesinos de la Libertad.