El mercado de apuestas en materia electoral es un desastre, porque apenas cuatro o cinco candidatos serán los protagonistas del ring político y los demás, así se encadenen en la puerta de una iglesia o se declaren en huelga de hambre, solo servirán para añadir en sus caducos CV… que fueron, que no son, que nunca serán. Hablamos de la Legión de los Ex, los carapintadas, los máscaras y botox que no atraen ni a sus familias, menos a los electores y de esa realidad, no van a salir hasta el último minuto porque son perdedores al haberse creado a sí mismos, unos partidos políticos de inexistencia absoluta, más allá de un cartel avejentado por el polvo, más allá de firmas cuyas procedencias son cuestionables -por lo menos-, ya que cuando están en las calles, a las decenas de avispados no les saluda ni su sombra, de por sí pequeñísima, como cada uno de ellos y ellas (para ponerlo en contexto).
Es una competencia donde abundan fantasmas y cuevas de lechuzas, habitadas por guácharos y murciélagos… y ellos, no saben salir a la luz, como sus sombras no salen ni en formato de pincelada. Es decir, el farandulero estilo de ingresar, estar o permanecer en política, se suma al farandulero acto de competir en un proceso electoral que está plagado de anomalías, irregularidades e ilegalidades, porque por ejemplo, no se ha hecho verificaciones de lo que son “esos partidos” que han surgido como por acto de magia pagada, con supuestos comités y dirigencias que nadie conoce donde dicen que trabajan en su activismo, militancia y arrogancia.
No hay locales de 39 partidos en cada provincia del Perú, no se reconocen dirigentes de 39 partidos en cada una de las provincias del Perú, ni siquiera en las ciudades capitales de departamento. Pero candidatos, se reproducen por esporas, los hay como una pandemia, porque son los del mal y para hacer el mal.
Aproximadamente van a haber 33 candidatos de los partidos y alianzas de perdedores, pero de ellos, solamente cinco o seis, exagerando, estarán en la foto final, mientras la lluvia de ofertas, acusaciones, señalamientos, gritos e insultos serán las portadas de los medios de comunicación alquilados cada día “al empujón” de quien les pare la olla y la planilla.
y de otro lado, las victimizaciones ya van surgiendo… “hasta de los machazos y bocones que estaban soberbios y vanidosos por, dicen, su arrastre” y eso no es así, porque si uno es famosito, si a alguien lo reconocen en la calle y le piden una foto, eso no significa apoyo. Más bien, “los de muchas fotos, son como para la foto, nada más”.
Información, explicación, alfabetización del mensaje… eso no se ve, no se nota, no se percibe. No hay actitud ni ejemplo, solo telenovela, chismes y bajezas, como siempre, pero peor.
¿Quiénes son los que centralizarán el ojo electoral? López Aliaga, Keiko Fujimori, César Acuña, Martín Vizcarra, tal vez Carlos Álvarez -que viene inflado desde el inicio- y alguien de lo que parece ser izquierda. Eso es todo, hasta el momento.
Imagen, ONPE