Acción Popular es un partido político que tuvo historia y presencia en el Perú, hasta que por dejadez y lo que podríamos decir “abrir sus puertas sin control y sin verificación de antecedentes” le fue ocasionando pérdida de dirigentes, alejamiento de los colaboradores y simpatizantes, cambios de militantes y huida de votantes, sumado a colocar representantes congresales cuya talla diminuta contrastaba con el tamaño de sus perversos intereses.
Adicionalmente, el partido Acción Popular se fue sometiendo a no tener posición, sino ambición. En ese sentido, las generaciones de antiguos referentes ya no eran rostros de liderazgo, porque la estructura comenzó a ser invadida en el tiempo, por malhechores de la política.
Cuando esos malvivientes tomaron las bases y ascendieron en la estructura, alejaron a cuanto militante pudieron y colocaron en cargos y puestos públicos a sus soldados y clientes, haciendo que el partido sea una agencia de empleos e ingreso de sustanciosos medios que no rendían cuenta de su procedencia ni destino. Ello, junto con la subvención estatal inapropiada, producto de una absurda reforma política y electoral, ensanchó los bolsillos de quienes asumieron la propiedad feudal del partido de la lampa, el partido de Fernando Belaúnde Terry, persona de honestidad indiscutible.
Vean la contradicción de haber tenido al Presidente Belaúnde, para pasar a la inmensa podredumbre de los que ensuciaron el partido que remontó del golpe militar, a la reinstauración de la democracia. Vean la maldición que permite mutar un partido, en una zona de buscapleitos y oportunistas. A eso ha llegado Acción Popular y es por culpa de los que con soberbia y vanidad se consideraban “dueños del legado” o “herederos de los que no les pertenecía”. Los primeros, perdonable, porque sus pecados son solo eso, pecados humanos. Los segundos, esos son los delincuentes, los advenedizos de cada proceso electoral, los arribistas, los mutantes de camisetas y los que se auto proclaman algo así como ilustres genios de la temporada (siendo solo cáscara sin fruto).
Acción Popular no participará -de acuerdo al comunicado del Jurado Nacional de Elecciones-, en este proceso presidencial y congresal. ¿Lo hará para las municipales y regionales? ¿Los niños y los chicharrones, intentarán asumir candidaturas bajo el mismo plan de mafia y suplantaciones que fue descubierto o resurgirán las voces y los rostros de la lampa de Acción Popular, que nunca debieron dejar espacios a los advenedizos y truhanes?
En nuestra opinión no creemos que Acción Popular se recupere, por más que se diga que en política nadie muere.

