Por José Francisco Cuevas Vila
En pocas facultades de economía, por no decir ninguna, se conoce sobre la obra de Ludwig Von Mises. Economista y principal referente de la Escuela Austriaca de economía, cuyo fundador es otro destacado intelectual llamado Carl Menger.
Mises, de profesión abogado y perseguido por los nazis por su origen judío, ha contribuido a la ciencia económica como pocos. Muchos de sus textos fueron robados por el régimen alemán y por solamente dos horas de diferencia escapó de la persecución totalitaria para emigrar a los Estados Unidos, donde fue profesor de la Universidad de Nueva York hasta su muerte.
Fue autor de una serie de libros y ensayos como “Socialismo”,”Liberalismo”, “La Teoría del dinero y crédito”, “Estado omnipotente“, además de muchas otras obras, pero sin duda su obra magistral es “La Acción Humana”, texto obligado para comprender la economía. No son pocos quienes luego de leer su pensamiento pasaron del socialismo al liberalismo.
Mises realiza la incorporación de la praxeología y la acción humana para el análisis económico, otorgándole un método científico al análisis económico (axiomas). Determina que la economía está intrínsecamente relacionada con la acción humana, ya que el hombre actúa siempre de manera racional y deliberada para lograr sus fines económicos. Además de su contribución en los intercambios de mercado denominados “cataláctica”.
Mises deja al descubierto que en una economía socialista es imposible el cálculo económico y que por tanto el socialismo es un sistema inviable, ya que elimina la propiedad y por ende el sistema de precios. También que la intervención estatal sólo distorsiona los intercambios de mercado (cataláctica) y la asignación de los siempre escasos recursos. Por último, que no existe una tercera vía, en consecuencia los países deben optar por liberalismo o socialismo, ya que se respeta o no se respeta la propiedad privada, se respeta o no se respeta la igualdad ante la ley, se respeta o no se respeta la libertad, etc. No existe un término medio en esos principios fundamentales.
Sus discípulos más destacados son Friedrich Hayek y en Estados Unidos el padre del anarcocapitalismo Murray Rothbard, quienes han tenido más difusión que su mentor. Pero aún así, es muy poca la literatura obligada en materia económica en las facultades que toman en cuenta la teoría neoclásica y la teoría keynesiana.
Hoy sin embargo tenemos varios referentes que llevan la delantera en esta desigual guerra -de las ideas, contra las inexactitudes- y si realmente se quiere aprender economía es importante leerlos. Entre ellos Alberto Benegas Lynch(h), Javier Milei, Jesús Huerta de Soto, José Piñera, Gloria Álvarez, María Blanco, Juan Ramón Rallo, Martín Krause, Axel Kaiser y muchos otros, quienes hoy difunden justamente las ideas de la libertad ante un mundo cada vez más centralizado, lamentablemente impregnado de keynesianos.