Ya ha pasado un buen tiempo en que la aplicación de la portabilidad en telefonía ha demostrado sus beneficios, siendo en realidad una portabilidad numérica que consiste en cambiarse de empresa operadora, manteniendo el mismo número telefónico, eso en esencia.
Hay que entender lo que significó el ámbito de aplicación de la portabilidad numérica en telefonía porque no sólo es “seguir con el mismo número”, sino que lo principal apuntó a promover la competencia entre los operadores de servicios móviles en beneficio de los usuarios, ya que antes era un gran inconveniente dejar de ser cliente de una empresa para “comenzar en otra” porque implicaba solicitar un nuevo número como tema central, trámites documentarios molestos y engorrosos, tiempos perjudicados, costos relacionados y eso afectaba tanto a empresas como a personas en sus distintas facetas de la vida (comercial, profesional, de relacionamiento social, etc.)
Por ello, ahora que estamos en medio de una gran crisis sanitaria, que conlleva evidentemente la suma de la pre crisis económica y la actual crisis -derivada de la sanitaria-, es importante tener en cuenta la necesidad de implementar la portabilidad financiera en el Perú.
¿Qué ventajas traerá poder cambiar sin tantos inconvenientes de banco, caja o financiera? ¿Es sólo un tema de tiempo y trámites o tiene otros beneficios?
- Permitirá acelerar la inclusión financiera y extender la cultura del ahorro, el crédito y la inversión, haciendo productivo el sentido de pertenencia y propiedad privada.
- Incentivará una mejor y mayor competencia basada en propuestas de atracción, recuperación y retención de clientes, que significará el no estancarse en la atracción comercial a cambio de algo puntual y tal vez muy pasajero, sino en desarrollar la continuidad de la relación y fidelización con los clientes (más servicios, mejores atenciones, mayor comunicación, mejor información) estableciendo una red presencial y digital de ida y vuelta permanente, si es que desean tenerte como cliente.
- Ampliará el sentido de competencia entre los operadores financieros, investigando las necesidades de los clientes (agencias, agentes, cajeros, convenios, premios, estímulos, tasas, plazos, variedad de productos exclusivos para su cartera de clientes, etc.)
- Iniciará un nuevo concepto de ofertas de portabilidad unidas a planes de permanencia, planes de expansión financiera, planes y paquetes familiares y empresariales para generar clientes de largo tiempo y largo aliento, algo que las empresas de telefonía recién han descubierto.
- Facilitará el refinanciamiento de todo tipo de crédito, aliviando de manera importante el presupuesto de las familias endeudadas, las que llegan a destinar en promedio un 30 y hasta 40% de sus ingresos mensuales para cubrirlos.
- Reducirá el tiempo empleado, los costos y el número de trámites asociados a todo tipo de refinanciamientos para las personas, familias y empresas de todo tamaño. Por ende, aumentará la tasa de refinanciamiento que por ejemplo en México, con una reforma similar, subió de 1,6% a 14,3% en dos años.
- Disminuirá los costos de financiamiento para las micro y pequeñas empresas, lo que les permitirá crecer, mejorar sus procesos, renovarse y modernizarse, actualizarse con mayor frecuencia de acuerdo a los cambios tecnológicos, expandir su producción y contribuir al crecimiento económico y a la creación de más puestos de trabajo. Es una cadena de virtudes para impulsar a las PYMES.
- Se acortarán los tiempos que demora cambiar por ejemplo un crédito hipotecario de un banco a otra entidad, no sólo por la menor revisión documentaria que hacía repetir todo el trámite, sino porque se evitará la duplicidad de un análisis cuando se trate de un cambio en el que los antecedentes de pagos y cumplimiento serán la mejor referencia. Y además, entre otros costos, se reducirán los asociados a trámites notariales.
- Impactará en las tasas del sistema porque no solo reducirá los tiempos, sino que favorecerá a los clientes en términos de las tasas pactadas, facilitando la renegociación de las deudas, aumentando la competencia en la industria.
Mexico fue primero y ahora Chile ya dio el paso con la ley sobre portabilidad financiera “buscando facilitar a las personas que tienen cuentas de ahorro, cuentas vistas, chequeras electrónicas, líneas de crédito, tarjetas de crédito y débito, créditos hipotecarios, de consumo, automotrices, entre otros, solicitar el cambio de institución financiera, siguiendo un modelo un modelo similar al utilizado en la portabilidad numérica de la telefonía móvil” como bien lo reseña el portal Chileatiende.
El tiempo no nos puede jugar en contra, porque hay una portabilidad de la que debemos estar lejos: la portabilidad de la pobreza y los malos gobiernos.